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lunes, 10 de abril de 2017

CRÍTICA CINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURAS (2017), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Sinopsis: Cuando Christian Grey, que se siente herido, intenta convencer a Anastasia Steele de que vuelva a formar parte de su vida, ella le exige un nuevo acuerdo antes de aceptar. Pero cuando la pareja empieza a ser más confiada y a tener una cierta estabilidad, aparecen mujeres del pasado de Christian decididas a frenar en seco sus esperanzas de un futuro juntos.

Cuando hice la crítica de “Cincuenta sombras de Grey” dije que no iba a ver las futuras secuelas, pero... en fin. No hay paz para los malvados. Esto sí que es sadomasoquismo y no lo que sale en la película.

Basada en el papel higiénico escrito por E. L. James, “Cincuenta sombras más oscuras” termina por ofrecer cincuenta sombras más estúpidas, inverosímiles y exasperantes que su predecesora. La película sigue planteando una historia demasiado fantasiosa incluso hasta para ser un cuento de hadas, que es lo que es la película y lo era también su antecesora. Una chica ni guapa ni fea, ni lista ni tonta, ni rica ni pobre, por azar del destino, tiene un encuentro con un chico joven, atractivo, sexy, buenorro, de buena posición y encima multimillonario y con muchísimas propiedades. Y encima el chico ese se enamora de la chica esta del montón, y la chica, como no es lista pero tampoco tonta, le falta tiempo para lanzarse a sus bíceps porque de lo que está enamorada la chica es de sus abdominales y de sus dólares. Es una historia infinitamente más posible en las fantasías oníricas de muchas mujeres que en el mundo real.

A parte de eso, la película finge ofrecer algo más profundo, más argumental, sin mucho éxito. El abuso de poder es tratado de manera más cliché y simplista que en los clásicos animados de Disney. La única profundidad que hay en la película es la de campo.

Si la primera entrega de esta, aun por terminar, trilogía cinematográfica de erotismo sucedáneo estuvo dirigido por Sam Taylor-Johnson, esta segunda entrega la ha dirigido James Foley, desconocido director de carrera mayormente televisiva que dejó de dirigir episodios de “House of Cards” porque creyó que éste proyecto le merecía más la pena. Pues será por tener la oportunidad de dirigir a Marcia Gay Harden, porque sino no sé de qué cojones iba a merecer la pena. Tampoco estamos hablando de Scorsese ni de nadie que sea particularmente artístico, Foley no hace en “Cincuenta sombras más oscuras” nada que no podría hacer el realizador de un anuncio de batidos Nesquik.

En cuanto a las actuaciones... bueno, ver actuar a Jamie Dornan es como ver actuar a una pared, sólo que la pared sabe hacer su papel. El único interprete que ofrece una actuación mínimamente estimulante es Marcia Gay Harden, los demás intérpretes actúan con más ganas de que les den de una vez el cheque que no de hacer un trabajo que quede grabado en la memoria del espectador.

El guión, debo decir, tiene una gran (y única) mejora con respecto al guión de la película anterior, y es que es más corto, así que al imprimir el guión, al tener menos páginas, se han talado menos árboles. A parte de eso el guión no tiene nada bueno, y menos una historia que, no es que roce el absurdo, es que lo supera alegremente.

La película empieza con Anastasia recibiendo en su casa un ramo de flores que le envía Christian a través de una floristería. Del chico que le entrega las flores a Anastasia sólo escuchamos su voz, no vemos nada de él, está fuera de cuadro, no vaya a ser que Anastasia se fije en alguien que no esté buenorro y cobre menos de nueve cifras. Éste momento sucede mientras suena The scientitst de Coldplay sin venir a cuento, porqué sí, porqué hay que meter una canción que suene bien en una escena de romance juvenil pijo tipo de “Gossip Girl”.

La Anastasia tiene un amigo fotógrafo que está colado por ella, y la tía hace como que no se da cuenta porque no está buenorro ni es rico. El chico, como éste sí que es listo, ve que la Anastasia ha dejado al Christian y vuelve a estar soltera, así que la invita a una exposición en la que vende seis fotos de ella tamaño puerta, para que deje de ignorar la evidencia de que está colado por ella y tener una oportunidad de empezar una relación romántica con ella. Pero viene el Christian y le jode el plan comprando las seis fotos por no se cuantos miles de dólares, recordándole a Anastasia que es multimillonario y convenciéndola para irse a otro sitio, lejos del pobre chico que quería tener una oportunidad con la Anastasia. 

Anastasia le da otra oportunidad a Christian, olvidándose de que está follado de la cabeza, y vuelve con él. Lo que le jode al jefe de Anastasia, que trabaja en una editorial de pijos como secretario del jefe, y éste jefe pues se la quiere follar y poco se molesta en disimularlo. No tardará en salir Christian para marcar territorio, y para decirle a Anastasia dónde y con quien tiene que ir, cuando y cómo tienen que follar, qué dinero debe tener, cómo debe vestir y peinarse, etc. Y no sólo eso, además, cuando follan, Christian pone a Anastasia de cuatro patas, como si fuera un perro, y después la masturba en público, en el ascensor, o en una gala benéfica de sus padres. Anastasia se deja hacer por Christian algo mucho peor de lo que la llevó dejarle al final de la anterior película.

No sólo eso, además Anastasia se entera de que Christian hizo que la espiaran y que le hicieran un informe con datos personales suyos sin que ella diera su consentimiento. Es decir, Christian sustituye su necesidad de dominar con una necesidad de poseer, pero en plan peor. Y aun así Anastasia decide seguir con él. Como decía Quevedo, poderoso caballero es Don Dinero.

Por si fuera poco, Anastasia es acosada por una antigua amante de Christian que está desquiciada perdida, e intenta cargarse a Anastasia para que Christian vuelva con ella. ¿Y los investigadores de Christian no se dieron cuenta, al espiarla, de que esa chica era una lunática? Y luego el ex-jefe de Anastia se quiere vengar de esta y de Christian porque Christian hizo que lo echaran después de retener por la fuerza a Anastasia porque quería abusar de ella. Pero vamos a ver ¿Cómo pretendía que no le despidieran si retiene e intenta abusar de una empleada que además es la novia de su jefe? ¿Es idiota? Pues lo debe ser tanto como Anastasia y Christian por no denunciarle a la policía. Como al tío lo despiden, pues nombran a Anastasia su sustituto como jefe de la sección editorial, y luego la nombran fija y miembro del consejo editorial. La Anastasia escala puestos como quien sube escalones. En fin, inverosimilitud al poder.

El erotismo de la película resulta antierótico, primero porque los momentos eróticos (y en general toda la película) están mal rodados, planificados visualmente con el culo (nunca mejor dicho), y segundo porque dicho erotismo se basa no ya en la subyugación de la feminidad al deseo de la masculinidad, que también, sino en la reducción de la mujer a la condición de posesión, en la legitimidad del hombre (rico de alta clase social) al derecho de pernada. Esta película sólo le podría resultar erótica a los neandertales, cuya mentalidad es coincidente con la del personaje de Christian.

No todo es malo en la película. Debo reconocer que todo lo que es el diseño de producción, los efectos especiales, y un poco la fotografía, está muy bien trabajado con unos resultados satisfactorios y que, por lo menos a mí, me han gustado. Esa es la única razón por la que la película merece la media estrella que le doy, por eso y porque no puedo poner una puntuación menor.

Mi calificación es: