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lunes, 12 de septiembre de 2016

CRÍTICA L.A. CONFIDENTIAL (1997), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Sinopsis: Años 50. Tres policías de Los Ángeles se ven envueltos en una intriga criminal que destapa los trapos sucios del Departamento. Para recuperar el prestigio perdido, los tres agentes se hacen cargo de la investigación del caso.

“L.A. Confidential” resulta una propuesta sorprendente de cine noir de contexto y ambientación clásico. Cuando se estrenó la película ya hacía mucho tiempo que no se hacía cine negro como el que se hacía en los años 40 y 50, y de repente apareció esta adaptación de la homónima novela de James Elroy, novelista que ha escrito muchas obras de la misma temática como “La dalia negra” o “Clandestino”, y el resultado es una propuesta que no tiene nada que envidiar a las películas de detectives y policías de los años 40 y 50. Habría que remontarse hasta “Chinatown” para tener una referencia de película de cine negro igual de significativa, aunque la película de Roman Polanski estaría más centrada en la figura del detective privado, como “El halcón maltés”, “El sueño eterno”, o “Lennox”, que no en la del policía, como pudiera ser “Gangster Squaid”, o novelas como las ya mencionadas “La dalia negra” y “Clandestino”.

Resulta atractivo el hecho de que la película dibuje un departamento policial muy sucio, muy corrupto, sobretodo teniendo en cuenta que los protagonistas son agentes de la policía. El único que parece mantenerse íntegro hasta dónde puede es el protagonista, interpretado por Guy Pearce, pero los demás, en mayor o menor medida, no tienen problemas con la corrupción mientras redunde en su beneficio.

Narrativamente la película está bien estructurada, se siguen bien las diferentes tramas de la historia, pero esta se va complicando a partir de la segunda mitad, y en algunos momentos no hubiese molestado poner algunos flashbacks muy cortos para que el espectador no se pierda, porque sólo oye nombres al final y le resulta complicado relacionar algunos de los hechos si no es con algún apoyo visual. Que es lo mismo que le sucede a “El sueño eterno”, se entrecruzan tantos nombres en los diálogos que resulta difícil saber o entender de quienes hablan los diferentes personajes. A “L.A. Confidential” le ocurre igual. Se puede seguir la historia fácilmente, pero hay momentos, pocos, en que cuesta entender de quienes hablan algunos personajes.


El reparto es impresionante, no sólo porque está compuesto por muchos actores conocidos, sino porque todos los actores hacen un trabajo de actuación muy bueno. Guy Pearce, Russell Crowe, Kevin Spacey, James Cromwell, Kim Basinger, Danny DeVito, David Strathairn, Ron Rifkin, Paul Guilfoyle, Simon Baker... Todas las actuaciones, destacando las principales, resultan muy disfrutables. Es más, en el caso de Guy Pearce incluso, pocas veces a estado mejor en un peícula.

El director de la peícula, Curtis Hanson, es también conocido por película como “8 millas” o “En sus zapatos”, que son propuestas interesantes, pero es en “L.A. Confidential” donde se visualiza un mejor hacer de Hanson. De hecho Hanson juega muy bien con el color, por ejemplo es interesante el uso que se hace del color rojo para anticipar o remarcar la violencia y la muerte que se produce o se observa en cada escena. Como cuando Russell Crowe se acerca a la casa dónde se produce un episodio de violencia doméstica, observamos en el tejado el Papá Noel rojo de neón y las lucecitas rojas de Navidad, las velas a ambos lados del porche, el mantel de la mesa, el envoltorio de lo regales de Navidad, la corbata del gordo que pega a su mujer, el letrero del número de la casa. Son pequeños detalles que se observan en diversos lugares del cuadro, pero que están presentes en la escena. Otro ejemplo sería cuando llevan a los seis sospechosos mejicanos a la comisaría, observamos también elementos rojos, como la decoración navideña, la bandera de Estados Unidos, o la bandera de California. Son un anticipo del linchamiento que los policías harán contra los seis sospechosos mejicanos.


Otro ejemplo lo podemos observar en la escena en que James Cromwell queda con Russell Crowe para devolver la placa y la pistola. Están sentados en una mesa, con los sillones de cuero rojo y con una vela roja en medio de la mesa. En ese momento el rojo no funciona como un remarco de la violencia, porque no se produce violencia. En esa escena el rojo funciona como un anticipo de la violencia y las muertes que se producirán en las siguientes escenas, y que serán por orden de Cromwell, aunque el espectador aún no lo sepa. Y es así. En la siguiente escena, cuando dos de los antiguos lugartenientes de Mickey Coen caminan hacia su coche, salen de una casa cuya puerta principal es roja. Y en la siguiente escena, cuando acribillan a otros dos lugartenientes de Coen, observamos como uno de los atacantes lleva una corbata roja. O cuando Cromwell y Crowe llevan a otro gangster al motel Victory para torturarlo, vemos el cartel rojo de Victory Motel. Se puede observar en toda la película como el director Curtis Hanson va poniendo detalles rojos en el cuadro para anticipar o remarcar un episodio de violencia o muerte.

Curtos también juega mucho con la construcción de la composición de imagen para mostrar una doble acción. Por ejemplo, cuando Russell Crowe comprueba que el secuestrador al que ha disparado al corazón está muerto y lo amaña todo para que parezca que le ha disparado en defensa propia y no indiscriminadamente (en la escena podemos observar también varios detalles rojos), al mismo tiempo a través de la ventana vemos el resto de agentes que salen del coche y corren a la casa. En vez de mostrar dos acciones en dos planos diferentes, Curtis construye una composición de imagen que permita una doble acción y haga más dinámico el ritmo.

“L.A. Confidential” resulta una muy disfrutable película, sobretodo para quienes gusta el cine negro o la literatura de detectives y policías, notablemente muy bien hecha, con un buen guión, una buena dirección y unas buenas actuaciones, y deja con ganas de volverla a ver.

Mi calificación es: