Protagonizada por Keanu Revees, 47 Ronin es una película que cuenta la legendaria historia de los 47 Samurais que antepusieron los valores de la lealtad y la justicia ante el miedo a la muerte.
La historia,
dotada de elementos fantásticos y sobrenaturales, nos lleva por el camino de Kai
(Reeves), un mestizo que escapo de las garras de los demonios que lo
criaron y fue encontrado y protegido por el rey Asano, quien le otorgo el honor de
vivir junto a ellos en su reino, algo que iba en contra de las creencias de los Samurais.

La película tiene
lo que necesita para cumplir con su cometido principal: entretener. Pero no posee
muchas más virtudes que hagan de ella una cinta para recordar.
Principalmente la
historia posee un ritmo frenético que no da respiro, y si bien esto es positivo
ya que hace que la película mantenga un ritmo constante durante las 2 hs de
duración y no decaiga así la atención del espectador, también hace que no se
logre una gran profundidad en los personajes y muestre las fallas del director a la hora de
hacer un análisis más profundo de la historia.
Tampoco las historias secundarias se encuentran bien desarrolladas, como la de Oishi con su hijo y la de los demás Samurais que por cierto tienen poco desarrollo.

Por momentos el
guion peca de predecible y las actuaciones son correctas, aunque ninguna
sobresaliente. Tenemos entre el cast a Rinko Kikuchi (Babel, 2006 y Pacific Rim, 2013) como la bruja mala del film, papel que desarrolla bien pero sin impresionar. Y Keanu Reeves, quien es un actor al que se puede amar u odiar, carece de
peso para ser el protagonista y tiene una interpretación chata con falta de matices; pero de todos modos se valora y se nota su compromiso que tiene estos ultimos años con la
cultura japonesa.
En fin, es una película
para disfrutar y pasar un buen rato, en el sillón de casa algún fin de semana
lluvioso, pero nada más que eso.
Punto alto: Hiroyuki
Sanada, este actor japonés es lo mejor de la película, ya había interpretado un
papel similar en la película El Ultimo Samurai (The Last Samurai, 2003) y
realmente creo que nació para ello.
Punto bajo: la
falta de sorpresa en la película. Demasiado predecible.
Mi calificación es: