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martes, 9 de febrero de 2016

CRÍTICA THE HATEFUL EIGHT (2015), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Sinopsis: Pocos años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John "La Horca" Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como se aproxima una ventisca, los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local se topan con cuatro rostros desconocidos. Bob (Demian Bichir), que se encuentra allí refugiado junto con Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña, los ocho viajeros descubren que tal vez no lleguen hasta Red Rock después de todo...

Hace años triunfó entre los espectadores televisivos en España una telenovela chilena titulada "Machos". Uno de los spots promocionales que hicieron para anunciar la telenovela era una descarada referencia a "Reservoir Dogs". Los protagonistas masculinos, el patriarca de la familia y sus siete hijos, caminaban por la calle trajeados de negro al ritmo de Little Green Bag, como los protagonistas de la opera prima de Tarantino. La telenovela no tenía nada que ver con "Reservoir Dogs", pero ese spot promocional logró ser un muy popular exponente de un rareza en apariencia irónica, las referencias a las películas de Tarantino. Resulta sorprendente que sean fuente de referencias las películas de un director que precisamente llena sus películas de incontables referencias de infinidad de otras películas.

Del mismo modo que en sus películas Tarantino hace múltiples referencias a otros films, e incluso bebe sin ningún pudor, el director ha visto como sus obras han sido usadas también de referencia (en menor y mayor medida, de forma más y menos seria), y que incluso han intentado muchas veces de imitarle, por supuesto sin éxito. Con "The hateful eight" Tarantino nos enseña una lección, que no hay nadie mejor que él para hacer referencia a sus propias películas y beber de ellas. Con esta su más reciente película Tarantino vuelve a hacer un ejercicio de autoreferencia (como ya hizo, por ejemplo, en "Death Proof"), y para la cual bebe mucho precisamente de su primera película, "Reservoir Dogs". El propio director de "Reservoir Dogs" es el único que ha sabido beber de ella para otra película y hacerlo bien.


Pero no sólo "Reservoir Dogs", en su última película Tarantino se ha servido referencias de otras tantas numerosas películas, de las que algunas bebe sin disimularlo ni nada, lo que está bien, porque es algo muy propio de él y no trata de esconderlo, no trata de engañar al espectador, a diferencia de otros sujetos como Rupert Sanders o Damien Chazelle, que tratan al espectador como tonto y no se les cae la cara de vergüenza. En "The hateful eight" podemos observar como Tarantino ha bebido mucho de "La cosa" de John Carpenter, y no lo esconde, no trata de esconderlo, no resulta descarado pero sí evidente. Tarantino es honesto con el espectador, no trata de mostrarle algo que no es, le muestra lo que hay, no le esconde nada, y deja en sus manos el aceptar o no su propuesta.

Se ha hablado mucho de los errores de la película en el ritmo, sobre la voz en off, la falta de elipsis, la repetición de información, etc. "The hateful eight" tiene errores, sí, y después hablaré de ellos, pero no están en su ritmo ni en la voz en off. La voz en off, a parte de ser otro cameo de Tarantino al estilo Hitchcock, es un guiño a la lectura que el mismo Tarantino hizo del guión cuando en su día dijo que no haría la película después del cabreo que le cogió cuando se filtró el guión en internet. Es decir, la voz en off es una autoreferencia de la película a sí misma. Tarantino no sólo se autoreferencia a sí mismo como director, hace que "The hateful eight" se autoreferencie a sí misma como película. No es que el director cometa un error narrando lo que ya muestra, lo hace expresamente, es un detalle hacia los espectador que han ido a ver la película pese a que ya se habían leído el guión en internet.

Tarantino también bebe mucho, y se nota en el ritmo, de Hitchcock. Si "Reservoir Dogs" y "La cosa" son el primer y segundo mayor referentes de Tarantino para "The hateful eight", su tercer mayor referente es sin duda "La soga". En "The hateful eight" Tarantino hace una reconstrucción narrativa de "La soga". Empieza con James Stewart hiendo a casa de John Dall y Farley Granger con Hardwicke, Collier, Chandler y Dick. Cuando Stewart se da cuenta de lo sucedido con David entonces vemos un flaschback de como Dall y Granger esperan a David, le hacen pasar para tomar una copa y le estrangulan hasta la muerte. Eso es lo que ha hecho Tarantino en "The hateful eight", una reconstrucción narrativa de "La soga", y le ha salido bien. De ahí que Tarantino evite las elipsis en la medida de lo posible, intenta mantener un relación de ritmo/tiempo parecido al de "La soga". Desde luego no intenta que la película dure lo que dura la historia que sucede en la película, porque no juega a eso, pero sí concentrar la historia en el menor tiempo posible para que, del mismo modo que lo hizo Hitchcock en "La soga", el espectador sienta que está con los personajes dónde los personajes están. Es cierto que el flashback interrumpe esa sensación, pero precisamente el flaschback, y también la escasez de elipsis mantienen el ritmo. Si Tarantino hubiese mostrado los hechos cronológicamente y hubiese hecho más elipsis, el ritmo se hubiera roto, del mismo modo que se hubiera roto el ritmo de "Pulp Fiction" si Tarantino la hubiese montado cronológicamente y hubiese hecho elipsis.


"The hateful eight" es una película con la que hay que tener paciencia. La primera mitad de la película es muy pausada, tiene un ritmo tranquilo. Hasta poco antes del intermedio la película no empieza a tener un ritmo más dinámico y acelerado. Justo cuando Tarantino pisa el acelerador, entonces nos mete el intermedio y nos deja con las ganas, hasta que nos muestra la segunda parte de la película, que resulta más acelerada con respecto a la primera. Hay quienes éste brusco contraste de ritmo entre la primera mitad de la película y la segunda lo encuentra un defecto, yo no lo veo así. La película no es lenta, es pausada en su primera mitad, pero no es lenta, no se hace larga ni mucho menos. Lo que hace Tarantino es tener una cita con el espectador. Primero los preliminares: la cena romántica, el paseo por la playa, pasar por la farmacia a comprar condones. Luego ya viene el morreo en el ascensor, y cuando el espectador ya está excitado, Tarantino nos deja quince minutos con las ganas, para ponerse algo más cómodo. Y luego al final vienen el sexo salvaje: los empotramientos contra la pared, el destrozo de la cama y unos polvazos de medalla olímpica. Claro, hay que venir preparado para esta propuesta. Si uno espera un casquete de dos minutos, pues le parecerá un coñazo, le aburrirá o la espera le parecerá larga. Hay que ver la película no sólo dispuesto a disfrutar del sexo, sino también de los preliminares.

El flashback (que no destriparé aquí) es interesante y una de mis partes preferidas de la película, por un buen motivo, por cómo Tarantino construye la escena. Tarantino consigue generar en el espectador nervios y suspense en momentos cuyo desenlace el espectador ya conoce. Es algo impresionante. Lamentablemente el flashback nos introduce el que seguramente es el mayor defecto de la película, lo que más impide que la película sea perfecta, Channing Tatum. Tampoco tiene la culpa Tarantino, si un imbécil le acosa enviándole correos electrónicos cada día durante semanas pidiéndole salir en su nueva peli, pues puedo entender que cediera para que dejara de dar el coñazo, yo hubiera llamado a la policía y pedido una orden de alejamiento, y después le hubiera pagado unas clases de interpretación para que aprendiera a actuar. Ni siquiera Tarantino, que es un buen director de actores, consigue que Tatum actúe bien, ni siquiera que deje de actuar mal, que ya tendría mérito. Cuando en la versión original habla castellano, no se le entiende, no vocaliza, aunque si no es capaz de pronunciar bien ni el inglés, menos cabe esperar que pronuncie mejor otro idioma. Cuando otros actores, actores de verdad, que saben actuar, tienen que hablar en un idioma que no dominan, hacen el esfuerzo de pronunciarlo correctamente, al menos un poco, para que se les entienda si el espectador que ve la película conoce y domina el idioma y así se crea la escena. Matt Damon eso lo hace bien, incluso Will Ferrell, que no es precisamente un gran actor, también lo hace bien. Tatum ni lo hace bien, y se ve que ni ha hecho el esfuerzo de intentarlo siquiera. Hubiese sido mejor que Tatum interpretase el papel del hijo de Bruce Dern, que no dice nada y sólo abre la boca para otra cosa.


Tampoco funciona muy bien la cámara lenta, esos contados momentos a cámara lenta, mayormente cuando hay algún actor hablando, no queda bien. Tarantino es capaz de ralentizar una escena o un momento concreto sin recurrir a la cámara lenta, por lo que no se entiende que use un recurso que no encaja en la película.

Pero todo lo demás está más que muy bien, es magnífico. Los actores, como no cabía esperar de una película de Tarantino (y obviando el caso de Tatum) están soberbios. Michael Madsen y Tim Roth, que ya trabajaron con Tarantino precisamente en "Reservoir Dogs", están increíbles, se lucen mucho a pesar de que no son los personajes de mayor importancia. Kurt Russell y Jennifer Jason Leigh también están estupendos (merecidísima la nominación al Oscar de Leigh). Walton Goggins ofrece otra gran actuación y vuelve a demostrar que es un gran actor. Samuel L. Jackson y Bruce Dern también están que se salen, y además nos ofrecen la que personalmente considero la mejor escena de la película, justo antes del intermedio, la charla entre Jackson y Dern. Sensacional.

En cuanto al famoso Ultra Panavision 70, es curioso lo que ha querido hacer Tarantino, y que se parece mucho a lo que hizo en "Death Proof". Si con "Death Proof" Tarantino quiso recuperar las cesiones dobles de películas grindhouse, con "The hateful eight", al rodarla en Ultra Panavision 70, resulta evidente su intención de hacer algo que hace tiempo que no se hacía, el cine acontecimiento; películas grandiosas, épicas, rodadas en formatos superanchos, que se veían en pantallas del tamaño de un portaaviones, que duraban tres horas o más, con introducción musical e intermedio y todo. Está muy bien que Tarantino quiera que el público de ahora pueda ir a ver su película como el público de hace cincuenta años iba a ver "Ben-Hur" o "Lawrence de Arabia", como un acontecimiento, y lo hace bien. Realmente Tarantino saca partido al Ultra Panavision, y le permite hacer planos impresionantes. La composición de imagen en los planos es para verlo, para admirarlo y para maravillarse, mérito también del director de foto, Robert Richardson.

No quiero terminar esta crítica sin antes mencionar lo mejor de la película, a parte de la escena de charla entre Samuel L. Jackson y Bruce Dern. Me refiero a la música compuesta por Ennio Morricone. Habrá gente a la que no le guste la película, pero imposible que a nadie no le pueda gustar la música de Ennio Morricone en "The hateful eight".

Mi calificación es: