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jueves, 20 de abril de 2017

CRÍTICA LA REINA DE ESPAÑA (2016), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Sinopsis: España, 1956. Macarena Granada (Penélope Cruz), la gran estrella “americana” de origen español, retorna a su tierra para encarnar a Isabel la Católica en “La reina de España”, una superproducción que un gran estudio de Hollywood va a rodar en España. Al enterarse de la noticia, Blas Fontiveros (Antonio Resines), que no había vuelto a España desde que se fuera a dirigir "La niña de tus ojos" a la Alemania nazi 18 años atrás, decide regresar y reencontrarse con algunos de sus viejos amigos y compañeros. Su llegada desata una serie de acontecimientos que pondrán a prueba el rodaje de la superproducción.

CON SPOILERS

“La reina de España” es una película española dirigida por el oscarizado director Fernado Trueba (Oscar a la mejor película de habla no inglesa por “Belle Époque”), sobre quien recayó una polémica por unas declaraciones que hizo cuando recogió el premio nacional de cinematografía 2015, dónde dijo que nunca se había sentido español, ni cinco minutos de su vida. Vamos, empezó a caerle hostias por todas partes, le dijeron de todo menos bonito. Hijo de la gran puta, mal nacido, la madre que te parió, desagradecido, cómo te atreves, tonto del culo. Se hizo una campaña de boicot a esta película por las declaraciones de Trueba, y lo más fuerte es que en esa campaña participaron políticos y partidos políticos españoles. Hacían boicot a la película no hiendo a verla, y haciendo campaña para que la gente no fuera a ver la película, y pidiendo que no subvencionaran más películas dirigidas por Trueba, ni que le dejaran al director dirigir más películas en España. Y todo porque el director dijo que no se sentía español.

A mí que me perdonen, pero Fernado Trueba tiene todo el derecho del mundo mundial a no sentirse español si le da la gana. Nadie puede obligar a otro a tener sentimientos identitarios contrarios de los que tiene, ni tiene que insultarle ni faltarle al respeto ni atacarle de ningún modo por sus legítimos sentimientos de identidad. Yo tengo claro lo que respondería si fueran y me preguntaran: Oiga ¿A usted no le vendría bien sentirse español? No, no me viene bien ¿Pasa algo? Reclamo mi derecho a no sentirme español si me da la gana y a no ser atacado por ello. Además de que dicho boicot es absurdo e hipócrita. Todos esos imbéciles que pedían que no se subvencionasen más películas de Fernando Trueba, ni que se le dejase hacer más películas en España, por no sentirse español, luego no querrían que despidieran a J. A. Bayona de dirigir "Jurassic World 2" por no sentirse estadounidense, tampoco querrían que dejaran de contratar a Jaume Collet-Serra para que hiciera más películas en Hollywood por no sentirse estadounidense, tampoco querrían que no le diesen más papeles a Camen Maura en Francia por no sentirse francesa, y estarían encantados de que Viggo Mortensen o Ryan Reynols hicieran más película españolas en España a pesar de que no se sienten españoles.


A Fernando Trueba no es el único ni el primero al que le hacen boicot por cómo se siente o por sus opiniones, en España la peña se pone muy gilipollas con eso. Le ha pasado a Javier Bardem, por ejemplo, y no sólo por estar a favor del referéndum de autodeterminación en Catalunya, que también, sino simplemente por ser de izquierdas e irse a vivir a Estados Unidos. Y también a Miren Gaztañaga, una actriz de la película “El guardián invisible”, que dijo en un programa de televisión que los españoles son culturalmente atrasados, y muchos hicieron boicot a la película por eso. Te indignas porque una actriz afirma que eres culturalmente atrasado, y como protesta y como forma de hacer ver que la actriz se equivoca le haces boicot a su película ¿Eres gilipollas? ¡Le estas dando la razón, tonto del culo! Es infinita la hipocresía de los que hacen boicot a Fernado Trueba, Javier Bardem y otros; hacen boicot a sus películas por sus legítimas opiniones y sus legítimos sentimientos, pero luego bien que se ven las películas de Mel Gibson, un señor que ha insultado a los judíos, y de Roman Polanski, señor que tuvo que exiliarse a Francia porque lo iban a encerrar por abusos sexuales a una menor.

Esta gente, además de hipócrita, es mentirosa. Dicen que “La reina de España” es mala después de asegurar que no la han visto ni piensan verla. ¿Si no la han visto ni la verán, cómo saben que es mala? No se puede juzgar seria y objetivamente una película sin haberla visto. Y con Javier Bardem, cuando declaró que veía bien un referéndum de autodeterminación en Catalunya, esta gente empezó a decir que es mal actor y que sus películas son malas, cuando años antes alababan su actuación en “Skyfall” y decían que era la mejor película de James Bond, y se alegraron cuando le dieron el Oscar por “No es país para viejos”, y decían que la película tenía merecido el Oscar a la mejor película, que qué gran interpretación hizo en “Mar adentro” y qué buena era la película y no sé qué no sé cuántos. Esta gente odia tanto a esas personalidades por tener sentimientos e ideas contrarios a los suyos que mienten y se auto-engañan conscientemente diciendo que son malos directores o malos actores y que sus películas son malas cuando las ideas o sentimientos de un director o actor no determinan que su trabajo sea bueno o malo o que sus películas sean buenas o malas.


No sólo es hipócrita y mentirosa. Esta gente, además, es egoísta. Una película es un trabajo de equipo, de un equipo formado por mucha gente. Por ejemplo, en un cortometraje en el que estuve el año pasado éramos 34 personas, y lo sé bien porque era el script. Si sólo en un cortometraje trabajan 34 personas, en un largometraje pueden trabajar fácilmente más de trescientas, trescientas personas que no todas tienen porqué pensar como tal actor o tal director que ha hecho tales declaraciones, y que incluso puede que muchas de ellas piensen lo contrario. Si haces boicot a una película porque eres un gilipollas incapaz de tolerar que un actor o director piense distinto a ti y pueda expresarlo, entonces no sólo le haces boicot a ese actor o director, le haces boicot a todos los miembros del equipo, a más de trescientas personas que no tienen porqué hacerse responsables de declaraciones que no han formulado ellos ni tienen porqué pagar que tú seas un imbécil. Al actor o al director que ha hecho las declaraciones que tanto te indignan se la suda tu boicot de mierda, a él no le afecta, es famoso y le llaman de todas partes y nunca le faltará ofertas y trabajo, pero al currante de sueldo base sí que le afecta, porque tu boicot puede significar una recaudación insuficiente para la película, lo que conlleva una disminución de ayudas y subvenciones al cine español por parte del inculto gobierno al que votaste porque eres inculto, lo que significa que se hacen menos películas, lo que significa que se contrata menos y por lo tanto menos gente trabaja en el cine español, lo que significa que centenares o miles de personas que curraban en el cine con ilusión ya no pueden hacerlo y tienen que ganarse el pan trabajando de camareros o de cajeros de supermercado o de repartidores de pizza o se van al extranjero a buscar mejores oportunidades, lo que significa menos cotizaciones a la seguridad social, lo que significa menos pensiones y pensiones más bajas, lo que significa decenas de miles de ancianos a los que no les alcanza para vivir y tienen que seguir trabajando o que se ponen enfermos y se mueren porque no pueden pagar la medicación o que les desahucian porque no pueden pagar el alquiler y se ven condenador a vivir en la calle, y todo porque eres un facha de mierda que piensa que en tú país sólo tienen derecho a vivir y a trabajar únicamente los que piensan como tú, que España es la nación más grande del mundo y la más antigua de Europa, y vale más la pena leer a Belén Esteban antes que a Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Lope de Vega, José Cadalso o Federico García Lorca.

No han hecho boicot contra la película porque esta incite al odio o porque en ella se plantee una tesitura de machismo u homofobia. No. El “delito” que ha cometido la película como para que merezca por parte de algunos una campaña al boicot es que su director no se siente español, eso y que la película muestra una tesitura claramente de izquierda, y no sólo de izquierda sino incluso antiderechista. “La reina de España”, secuela de “La niña de tus ojos” (Fernando Trueba, 1998), es una inteligente y feroz crítica mordaz a la España eternamente cutre, atrasada, involucionante, la España fascista, la España de Franco, la España monárquica y de servidumbre y vasallaje monárquico, la España del ordeno y mando, la España de derechas, la España nacional-catolicista, la España machista y homofóbica, la España totalitarista y dictatorial, la España autocrática, la España antidemócrata. Cuando desde partidos políticos como VOX y desde programas televisivos de ideología de extrema derecho como “El Gato al Agua” acusan a “La reina de España” de ir contra España y de atacar a España, pues se equivocan. La película no va contra España ni ataca a España, la película va contra su idea de España y ataca a su idea de España, idea de España que siempre quieren y han querido imponer por cojones.


Ante esta película nos encontramos una vez más con el contraste entre “las dos Españas”, la mencionada antes y la otra, la republicana, la socialista, la demócrata, la cultural, la europeista, la culta, la laica y aconfesional, la tolerante, la España que trata de convencer en vez de imponer. “La reina de España” se posiciona a favor de esta última España, así que el boicot a la película no es sólo por los sentimientos identitarios del director sino también porque es una película antifascista, y la gente de la otra España no lo tolera ni lo perdona, porque esa es su actitud ideológica, la de despreciar y atacar y hacer callar a los que no piensan como ellos, la de imponer a los demás su manera de pensar y de sentir y exiliarlos y fusilarlos y enterrarlos en las cunetas si no aceptan dicha imposición, la actitud de matar y callar a los que piensan diferente para “defender” España cuando ellos mismos se la follan y la maltratan y la prostituyen. Para esta gente la única España que hay y debe haber son ellos, por eso odian “La reina de España” y a Fernando Trueba, porque les retratan tal como son y les demuestran que no tienen razón.

Puede que Fernado Trueba no se sienta español ni se haya sentido español en su vida, pero conoce muy bien España y qué es España, y sobretodo conoce muy bien qué es y cómo es una de las dos España, la del cara al sol.

Analicemos cómo empieza la película, homenajeando al inicio de “Ciudadano Kane” (homenaje con el que ya empezaba “La niña de tus ojos”). Una emisión del NO-DO (noticiario semanal que todas las salas de cine debían proyectar) junto con otros documentales extranjeros que nos resumen los acontecimientos sucedidos desde que acaba “La niña de tus ojos” hasta justo antes de que empieza “La reina de España”. La Guerra Civil Española termina con la victoria del bando rebelde sobre el gobierno de la república, y el General Francisco Franco se auto-proclama caudillo de toda España y generalísimo de todos los ejércitos, y ordena que comiencen las obras de construcción del Valle de los Caídos. Si Franco gana la guerra, Hitler la pierde y son liberados los campos de concentración, dónde en uno de ellos estuvo siete años Blas Fontiveros. Mientras, Macarena Granada se hace una carrera en Hollywood, incluso ganando un Oscar a la mejor actriz, y se nacionaliza estadounidense. Mientras Fontiveros se gana la vida en Francia, primero como carpintero y albañil y luego trabajando en rodajes, la comunidad internacional va reconociendo al régimen de Franco y España ingresa en las Naciones Unidas.


La película ya empieza mostrándonos el contraste y el conflicto entre las dos Españas. En el NO-DO publicitan falsamente lo bien que va España, y lo maravillosa que es, y que el país va ganando el sitio que le corresponde como una de las principales potencias del mundo, mientras que los derrotados de la guerra sólo los vemos en los documentales extranjeros, dónde explican que los que no se exiliaron a otros países en busca de libertad han acabado siendo esclavizados como mano de obra para construir el Valle de los Caídos. Ya en el inicio de la película Fernado Trueba no sólo nos muestra cómo era la España franquista en la década de los 50, sino que nos hace una extrapolación de la España actual para hacernos ver lo poco que ha cambiado España en realidad y qué poco se diferencia de la España de Franco en los años 50. Nos vuelve a gobernar un imbècil que dice que España es una gran nación, mientras centenares de miles de jóvenes son exiliados para poder encontrar un trabajo decente, y los que se quedan en España trabajan precariamente. Al igual que sucedía en la España de Franco, la verdad sobre nuestro país nos la tienen que contar los medios extranjeros, porque los medios nacionales están comprados y dispuestos a la manipulación.

El prólogo es una declaración de intenciones del resto de la película, para avisar al espectador de por dónde van a ir los tiros. Nos encontramos, por ejemplo, que en los estudios cinematográficos dónde trabajan los personajes protagonistas el portero es un abuelo de 99 años que tiene que seguir trabajando para vivir. Uno dirá: pero hombre, eso ya no es así. Y un jamón. En una calle próxima de dónde vivo hay una tienda de pakistaníes dónde trabaja un anciano de 85 años porque con su pensión no llega a fin de mes ni puede pagar la medicación de su mujer que está enferma. Y cómo éste, muchos otros casos.

Vemos también una escena en la que Fontiveros va al cine a ver una película con Macarena y Kirk Douglas, y cuando los personajes de Macarena y Kirk se van a dar un beso, hay un corte, y se censura el beso. Hoy en día, en España, no se censura los besos en el cine, pero los reporteros no pueden grabar ni fotografiar a la policía cuando esta se salta la ley, no se puede twittear chistes sobre Carrero Blanco, ni las revistas pueden publicar en portada dibujos de miembros de la familia real manteniendo relaciones sexuales. En España sigue habiendo censura como en el franquismo, sólo que ahora no se llama censura, se llama “ley de seguridad ciudadanía” y “defensa del honor de la familia real” (consideran más deportivo que la familia real se deshonre a sí misma).


Podemos observar en la película como los jefes políticos, militares y policiales pueden hacer lo que les da la gana con total impunidad. Pueden mandar a cualquiera a la cárcel o a trabajos forzados o detenerlos sin más pretexto que el hecho de que no les gusta, aunque ni siquiera le conozcan. Sigue ocurriendo lo mismo en la España actual, dónde un oficial del ejército fue ascendido después de haber sido denunciado por abusos sexuales a una soldado y esta tuvo que dejar el ejército, y un teniente del ejército fue encarcelado durante cinco meses sin juicio y después expulsado del ejército únicamente por escribir una novela en la que denunciaba los casos de corrupción en el ejército que los mismos altos mandos del ejército se ocupan de ocultar.

Cuando Macarena llega al aeropuerto de Madrid, los periodistas le preguntan por sus sentimientos identitarios y le reprochan que se haya nacionalizado “americana”. Nos encontramos en esta escena con un ejemplo de lo que le pasó a Fernado Trueba hace cinco meses, la España que impone a todos los españoles cómo deben sentirse, la España que impone a todos los españoles que deben sentirse orgullosos de su país y que, por lo tanto, no sentirse español o nacionalizarse de otro país es algo reprochable y una traición al país. Esta España intolerante aun sigue imperando, hoy en día, en los corazones y en las mentes de muchísimos españoles, que prefieren que el gobierno, formado por un partido todo él imputado por corrupción, les siga robando siempre y cuando no permita que la gente vote en Catalunya, y se sienten orgullosos de ello mientras cantan alegremente “Yo soy español, español, español” ¡Tú eres gilipollas! Álvaro Ojeda es un buen ejemplo de lo retrasados y subnormales que son esta gente, los de Gibraltar español, los de Bertín Osborne e Isabel Pantoja los mejores artistas.

En la película vemos como en el rodaje ficticio usan la técnica de matte painting para superponer delante de la cámara un paisaje o un decorado pintado delante o encima del paisaje natural o decorado base para que delante de la cámara el paisaje o decorado sea más grande y se vea lo que se quiere que se vea. El director no muestra eso gratuitamente, con el uso de esta técnica en el rodaje ficticio Fernando Trueba muestra que la España intolerante y antidemocrática no desapareció con el fin del franquismo sino que sigue existiendo, solamente que delante de esa extensión y supervivencia de la España atrasada e involucionante se ha pintado una capa de ficticia democracia, pero que sólo es eso, una imagen falsa, no es real. Sigue existiendo el conflicto entre las dos Españas y, como casi siempre ha ocurrido, gana la España del ordeno y mando a golpe de garrote.


Fernado Trueba no sólo critica a esa España, sino que además se burla de ella. Es muy apreciable en “La reina de España”, a través del personaje de Jorge Sanz y de lo que le ocurre al personaje y lo que tiene que hacer, una evidente mofa al típico macho ibérico machista y homófobo que es muy español y mucho español, el típico Bertín Osborne. Impagable también la mofa a los que dicen ser patriotas y lo son para lo que quieran menos para cultura, una chanza cuya guinda de gracia reside en los cameos de Secun de la Rosa y Willy Toledo uniformados de dos guardias civiles que no son capaces de distinguir una obra de Pedro Muñoz Seca de una obra de Lope de Vega. El papel de Anabel Alonso sirve como sátira de la absurdidad que era la censura franquista en el campo cinematográfico. Hablando de Franco, magnifica la actuación de Carlos Areces interpretando al caudillo, no hay mejor manera de recochinearse de Franco que mostrarlo tal cual era, alguien patético con una pistola.

Pero Fernando Trueba no sólo critica y se burla de la España casposa, sino que también mete el dedo en la llaga en la caza de brujas o la engañosa imagen que algunas estrellas de Hollywood tenían de machos mujeriegos. El personaje de Cary Elwes no deja de ser una unificación de todas aquellas estrellas del Hollywood clásico que eran muy guapos pero que eran homosexuales o bisexuales y lo mantenían en secreto al no estar bien visto, y para disimularlo pasaban por ser unos asaltacamas y coleccionistas de amantes. El personaje de Mandy Patinkin, por el contrario, resulta más dramático al ser una suerte de Dalton Trumpo, y sirve como ejemplo de como la persecución ideológica no era precisamente patente de Franco y que se producía hasta en la “democrática” Estados Unidos de América.

La dirección de Fernado Trueba es muy buena. En el aspecto de planificación visual es muy notable. Por ejemplo, la escena en que Fontiveros está en una sala de cine viendo una película de Macarena empieza con la proyección de la película, no la proyección de la película de Macarena a los espectadores que hay en esa sala de cine en esa escena de “La reina de España”, que también, sino que nos proyecta la película de Macarena directamente a nosotros los espectadores de “La reina de España”. De ese modo Fernando Trueba nos mete a los espectadores de su película en la sala de cine de esa escena, para que vivamos la censura como la viven los espectadores de esa sala de cine. Esa escena funciona precisamente porque sucede en una sala de cine y porque Trueba sabe resolverla visualmente.


También resulta destacable el tratamiento que hace de los planos conjuntos y de los segundos valores de plano, remarcando la importancia de las situaciones de los personajes y sus inquietudes. Trueba también trabaja mucho los personajes, en especial la protagonista, Macarena, de manera que resulta evidente que Trueba vio “La condesa descalza” (Joseph L. Mankiewicz, 1954) antes y mientras escribía el guión de “La reina de España”. Los personajes resultan divertidos y entrañables (los buenos) a la vez que dramáticos, a éste respecto todos los actores hacen muy buenas actuaciones, sobretodo los principales. Penélope Cruz está fantástica, al igual que Javier Cámara, Santiago Segura, Jorge Sanz, Carlos Areces, Antonio Resines, Chino Darin, Loles León, Neus Asensi, Rosa María Sardá y Jessús Bonilla. Todos están muy bien, por supuesto también lo están Cary Elwes, Mandy Patinkin, Clive Revill y Arturo Ripstein. Los actores hacen un muy buen trabajo, pero también resulta evidente que detrás hay dedicación en el trabajo de dirección de actores por parte de Trueba.

En otros aspectos la película es excelente, tanto en la composición musical como en el montaje, la fotografía, el diseño de producción, los decorados, el vestuario, los efectos especiales... e incluso el trabajo de montaje de sonido impresiona. Los once millones de euros de presupuesto fueron muy bien invertidos y aprovechados. Tal es así que la película fue nominada a los premios Goya (los Oscar del cine español) en las categorías de mejor dirección de producción, diseño de vestuario, fotografía y dirección artística, y también de mejor actriz principal para Penélope Cruz. Todas las nominaciones más que merecidas.

“La reina de España” termina por ser una muy buena película, superior incluso a “La niña de tus ojos”, muy bien dirigida y en general muy bien hecha en todos los aspectos, divertida y dramática a la vez, con una gran carga de crítica y denuncia política y social sin dejar de ser amena y entretenida.

Mi calificación es: