Sinopsis: El último descendiente de la familia Voorhess debe detener a Jason, que tras volverse loco, ha sembrado el terror y va dejando tras de sí un rastro de sangre. Si no lo consigue a tiempo, Jason podría volverse inmortal y nadie podría detenerlo.
*SPOILERS*
Increíblemente la saga de Jason consiguió llegar hasta la novena parte, copiándose a sí misma y repitiendo la formula una y otra vez, por eso, sobre todo, el mejor adjetivo para esta entrega es ¨necesaria¨, ya que da un cierre de una vez por todas.
Si bien lo que mas molestaba de las anteriores era que tanto el escenario como los distintos tipos de personajes eran totalmente similares de una película a otra, solo en su predecesora, el desenlace sitúa a Jason y las victimas en New York. Pero a su vez, personalmente, me decepcionó un poco que esta ultima se haya alejado bastante de sus antecesoras.
La secuencia de inicio no es mas que el típico recorrido en auto de la potencial victima que viaja en auto, de noche y completamente sola por la carretera camino a Cristal Lake. Entra en la cabaña y lo demás sale de memoria. Cuando todo parece indicar que será así, Jason es conducido a una trampa de la policía, consiguiendo su exterminio, pero al parecer su corazón aun sobrevive.
Una vez en la morgue, una escena que por ciertos movimientos de cámara en planos detalle da una cierta dosis de tensión, mas la penumbra dentro del hospital. Luego, a partir del corazón, el espíritu de Jason se apodera del forense. A partir de esto, el desarrollo guarda similitud con la primer película, en la cual el responsable de los asesinatos resulta ser la madre, en este caso, es la persona que usa como poseída. Si no fuese por el titulo del film, todo parece ser una película sobre posesiones demoníacas o cosas por el estilo.
Otro punto determinante dentro de la trama y a la vez forzado es cuando se revela que Jason tenía familiares, lo que lleva a que solo alguien de su misma sangre pueda matarlo definitivamente. Es tanto rebuscado como también necesario para lo que se proponía, así que dentro de las circunstancias no lo veo tan mal.
Las actuaciones son bastante correctas. Al menos no se encasillaron en los típicos adolescentes descuidados que los asesinan fácilmente. Durante toda la saga, si bien las muertes no eran demasiado originales, se las compensaba con la violencia de las mismas: acá hay mitad y mitad:algunas que son mas insinuaciones o no muy concretas, y otras un tanto mas sanguinarias.
A fin de cuentas resulta siendo un final digno para la saga, pero a su vez fácilmente olvidable, lo que sí es simpático es el guiño del final, lo que hacía anticipar un crossover bastante interesante.
Puntuación: