Sinopsis: Una madre deja a sus dos hijos en la remota granja de sus abuelos, en Pensilvania, durante una semana. Los niños descubrirán que la anciana pareja está metida en algo profundamente inquietante.
“La visita” es la última película de M. Night Shyamalan, y digo última no porque sea la más reciente sino porque después de semejante bodrio dudo que ya nadie confíe en él lo suficiente como para financiarle otra película, ni aunque el presupuesto fuese de cinco euros.
Shyamalan es un director que yo apreciaba mucho. Hacía películas buenísimas. “El sexto sentido”, “El protegido”, “Señales”, “El bosque” y “La joven del agua” son muy disfrutables, son muy buenas películas. Con “El incidente” ya empezó a decaer preocupantemente. Pero “Airbender” y “After Heart” fueron sencillamente horribles, y “La trampa del mal”, que escribió y produjo, no era mucho mejor. Tenía la esperanza de que, con “La visita”, Shyamalan corrigiera el rumbo que había tomado su carrera y pudiera ofrecer una propuesta mínimamente aceptable. Lamentablemente esa esperanza queda truncada con “La visita”, una película cuyo resultado final es más digno del hacer de Uwe Boll que no de lo que Shyamalan demostró que era capaz de hacer en sus buenos tiempos.
Soy incapaz de entender como éste residuo cinematográfico, calificado generosamente de película, ha podido recibir buenas críticas. Es algo que escapa a la razón, no cabe mayor disparate que hablar de “La visita” como una buena película, porque no lo es.
“La visita” tiene un ritmo muy lento, realmente pone a prueba la paciencia del espectador, y consigue acabar con la paciencia del espectador antes incluso de que la película llegue a la mitad de su metraje, lo que tiene mérito.
El guión resulta destacablemente flojo, y aunque Shyamalan vuelve al recurso de “final sorpresa” que no trataba desde “El bosque”, hay que remarcar que dicho “final sorpresa” (que ni siquiera es el final, sino que sucede un poco antes) no deja satisfecho al espectador, al suponer una solución demasiado simple y no muy trabajada. No es un final sorpresa que impresione ni impacte tanto como el final sorpresa de “El sexto sentido” o “El bosque”.
La construcción de personajes es tan descabellado que, a pesar del evidente y reconocible esfuerzo de los actores que los interpretan, estos no consiguen dar credibilidad a sus personajes.
Resulta tristemente decepcionante contemplar como Shyamalan ha pasado de dirigir películas realmente memorables a dirigir propuestas tan malas que hasta resultan ofensivas. Me consta que Shyamalan es un muy buen director, que sabe dirigir muy bien y lo ha demostrado, de modo que me resulta incomprensible un cambio tan indeseable en su carrera cinematográfica. Si comparamos “El protegido” o “Señales” con “La visita”, simplemente no se entiende una degeneración tan lamentable en la dirección de Shyamalan.
En conclusión. Del mismo modo que el personaje de Bruce Willis en “El sexto sentido”, el talento cinematográfico de Shyamalan hace tiempo que ha muerto, sólo que Shyamalan no parece haberse dado cuenta. Esperemos que, del mismo modo que lo fue el personaje de Haley Joel Osment, “La visita” suponga la revelación, la revelación para que Shyamalan se entere de que su talento cinematográfico hace tiempo que murió, y haga algo al respecto para solucionarlo, cosa que dudo que pueda hacer, o acepte dicha realidad y se dedique a otra cosa, como freír hamburguesas en un McDonald’s junto a Damien Chazelle.
Mi calificación es: