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viernes, 4 de marzo de 2016

CRÍTICA TIGRE Y DRAGÓN: LA ESPADA DEL DESTINO (2016), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Sinopsis: 18 años después de la muerte de su amado Li Mu Bai, la legendaria y experimentada guerrera de artes marciales Yu Shu Lien vuelve a Pekín. Por el camino es atacada por discípulos de Hades Dai, un malvado guerrero de artes marciales que ambiciona unificar todos los clanes de guerreros marciales en un ejército. Una hechicera vaticina a Dai que conseguirá su objetivo si empuña la espada celestial, la espada que antaño perteneció a Li Mu Bai. Shu Lien hará todo lo posible para proteger la espada e impedir que Dai se haga con ella, pero no estará sola, la ayudará Lobo Solitario, un misterio guerrero marcial.

“Tigre y Dragón”, película taiwanesa del año 2000 dirigida por el prestigioso Ang Lee, estaba basada en la cuarta entrega de “La pentalogía de hierro”, una saga de novelas del género wuxia. La película fue tan exitosa (recaudó 128 millones de dólares sólo en Estados Unidos a pesar de estar rodada en chino mandarín, y un total de 214 millones de dólares en todo el mundo) que extrañó que no aprovecharan que había una secuela literaria para rodar una secuela cinematográfica. Hemos tenido que esperar 16 años para llegar a ver la continuación de la historia que vimos en “Tigre y Dragón”.

¿La espera ha merecido la pena? ¿Cumple “Tigre y Dragón: La espada del destino” con las entusiastas expectativa que ha generado? Es difícil responder. Por supuesto no cabía esperar que esta secuela llegara al nivel de su antecesora, y efectivamente, no llega, pero no por eso resulta decepcionante. Nadie ha sido llevado al engaño. Producida por Netflix, rodada en inglés en Nueva Zelanda, dirigida por otro director... estaba claro que “Tigre y Dragón: La espada del destino” no iba a tener la atmósfera de su antecesora. Visto el resultado eso es bueno... y malo.


¡Etalonaje a máxima potencia! Esta exclamación resume muy bien el estilo de la película, que se aleja drásticamente de lo que ofreció su antecesora. El excesivo uso de la digitalización llega a ser molesto, casi una distracción. La estética de la película carece de la elegancia y la belleza de su antecesora.

El montaje hace que la película sea apresurada. Desde luego la hace más entretenida que “Tigre y Dragón”, pero no por eso la hace mejor. La película necesita de un ritmo más pausado, como el de su antecesora, no el ritmo de un episodio de “Mentes criminales”.

El director, Yuen Wo-Ping, resulta competente. En la película no ha tomado las mejores decisiones en cuanto a estética, para sabe rodar muy bien, sobretodo las escenas de lucha. Nada extraño teniendo en cuenta su larga experiencia tanto como director como coordinador y coreógrafo de escenas de lucha. En “Tigre y Dragón: La espada del destino” las escenas de lucha son realmente impresionantes, y aunque no lucen tan bellas ni tan poéticas como las que rodó Ang Lee en “Tigre y Dragón”, no se quedan atrás en cuanto a espectacularidad y complejidad.


Del elenco de “Tigre y Dragón” sólo repite Michelle Yeoh, que vuelve a interpretar a Yu Shu Lien. El resto del reparto es nuevo, y destaca mayormente Donnie Yen que, con 52 años, en la película demuestra estar en muy buena forma y seguir siendo capaz de hacer escenas de lucha con tantas exigencias físicas como las que ha ido haciendo a lo largo de sus más de tres décadas como actor. Michelle Yeoh, con 53 años, no tiene nada que envidiar a Yen, y también tiene momentos de lucimiento donde se la ve en espectaculares escenas de lucha con planos no precisamente cortos. Todos los actores principales, en general, están estupendos en las escenas de lucha, y además actúan bien.

En conclusión. “Tigre y Dragón: La espada del destino” no llega a la altura de “Tigre y Dragón”, y tampoco lo pretende, simplemente contar lo que pasó después, y también lo que pasó antes, de lo sucedido en “Tigre y Dragón”. Tiene una estética visual distinta y un ritmo muy diferente, pero las escenas de lucha siguen siendo igual de entretenidas y las coreografías tanto o más espectaculares. En general está bien rodada, la historia se sigue con interés, al igual que los personajes. Si el resultado final de la película justifica el esfuerzo de haberla producido, eso ya es juicio de cada uno, pero el parecer de quien escribe es que sí, de modo que invito a descubrir lo que pasó después, y antes, de lo sucedido en “Tigre y Dragón”.

Lo mejor: Donnie Yen, Michelle Yeoh y las escenas de lucha, las coreografías y cómo están rodadas.

Lo peor: Que no la haya dirigido Ang Lee.

Mi calificación es: