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domingo, 29 de enero de 2017

CRÍTICA LA LA LAND (2016), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Sinopsis: Mia, una sosa aspirante a actriz que gorronea de sus amigas y se puede permitir un coche propio trabajando de camarera en un cafetería dónde los clientes se escandalizan porque el cruasán tiene gluten como quien se escandaliza porque la leche tiene lactosa o el aire tiene oxígeno, y Sebastian, un pianista de jazz que pierde trabajos por ir a su puta bola, se enamoran porqué sí, pero sus esfuerzos en discutir también porque sí amenaza con separarlos porqué sí.

Todo el que me conoce sabe de mi antipatía por Damien Chazelle y el asco que le tengo a su “Whiplash” (salvo los últimos diez minutos, que hasta yo reconozco que es un final extraordinario), pero cuando veo una película no me dejo dominar por la manía que le tengo a tal o cual que sale o trabaja en la película, por muy justificada que esté esa manía, que lo está. Yo me dispuse a ver “La La Land” sin prejuicios, sin dominarme por ninguna manía, me dispuse a ver la película con mente abierta, dispuesto a que la película me gustara a la mínima. Si “La La Land” había conseguido hasta 14 nominaciones a los Oscar, y todo el mundo la está poniendo por las nubes, pues eso daba ciertas garantías de que la película como mínimo sería buena. Además, me gustan los musicales, y Emma Stone y Ryan Gosling me parecen buenos actores.

Me dispuse a ver la película, y na más empezar pensé: Jodeeer, empezamos bien. El principio de la película ya apuntaba maneras, y así fue, necesité Dios y ayuda para aguantar hasta el final de la película. Si “Whiplash” no me gustó (salvo alguna cosa, como diría aquel), “La La Land” me parece aun más mala, mucho más mala. Damien Chazelle demuestra en “La La Land” más pretenciosidad, fanfarronería, arrogancia, desvergüenza, chulería y petulancia de la que mostró en “Whiplash”, lo que demuestra que para él no hay nada imposible aunque lo parezca. Eso sí que hay que reconocérselo a Chazelle, que sabe superarse aunque sea en lo malo.

Tan centrado se muestra Chazelle en alardear de números musicales rodados en una sola toma que descuidó el dinamismo del conjunto. Los números musicales por sí solos, independientemente, son muy dinámicos, pero el conjunto de la película no lo es, porque un musical no es sólo una serie de videoclips, o los anuncios de Pita Pita Del (asumo que estos Chazelle no los ha visto porque no los ha copiado en la película), ni coreografías de baile que son ofrecidas gratuitamente sin excusa alguna. En un buen musical las canciones y los bailes están al servicio de la historia, y no al revés. “La La Land” (supongo que “Tralalí Tralalá” ya estaba cogido) es lenta y aburrida porque la historia es un mero pretexto, y por lo tanto es floja y sin interés.


Al igual que en “Whiplash”, dónde copió de “Vier minuten”, “Dans la maison”, “Good Will Hunting”, “The social network” y “Moneyball” entre otras, en “La La Land” Damien Chazelle también copia, en éste caso de todos los musicales del siglo XX que ha podido ver, de los del siglo XXI no ha copiado asumo que porque no los ha visto, a parte de que eso hubiese sido ya demasiado descarado pero no creo que Chazelle tenga escrúpulos con eso.

Una cosa son las referencias, que se puede hacer, e incluso copiar también, pero copiar un poco, no hacer que toda la película sea sólo copia, copia y copia. Primero desarrolla una idea, estructura una historia, escribe un guión, y ya luego mete todas las referencias o copia todo lo que quieras. Pero lo que no puedes hacer es primero pensar en las cosas que quieres referenciar o copiar y luego construir una historia en la que puedas meter todo eso. No puedes hacer eso, es anteponer la forma al contenido. Pero es que el tío copia con todo el morro, con descaro, y no sólo de musicales, sino incluso de Hitchcock, que hay que tener narices para copiar a Hitchcock en un musical. Pero es que por si eso no fuera poco, copia incluso de “Evangelion”. Cuando yo lo vi me cagué en los pantalones. Chazelle ha tenido los huevos de copiar incluso de “Evangelion”. Los fans de la serie anime, si están atentos al ver “La La Land”, verán dónde está la referencia. La película no tiene ni un atisbo de originalidad, nada, porque Chazelle no es original, na más hace que copiar, no hace nada propio, sólo coge lo que han hecho otros y lo muestra como si fuese una genialidad propiamente suya, cuando en realidad sólo es una horrible monstruosidad.

Lo único mínimamente positivo de la película son las actuaciones de Emma Stone y Ryan Gosling, que tampoco es que realicen sus mejores actuaciones, y mucho menos como para que merezcan haber sido nominados al Oscar por éste trabajo, estaban mucho mejor en “Gangster Squaid”. Sus personajes, pero, están muy mal construidos, son horribles y antipáticos además de absurdos, resulta difícil empatizar con ellos.

“La La Land” se va tan ricamente a la papelera de mi escritorio, y espero que el próximo trabajo de Chazelle sea freír hamburguesas en un McDonald's, puesto que si sólo es capaz de hacer mierda que la haga dónde la sirvan.

Mi calificación es: