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domingo, 31 de julio de 2016

CRÍTICA JASON BOURNE (2016), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Sinopsis: Jason Bourne ha recuperado su memoria, pero eso no significa que el más letal agente de los cuerpos de élite de la CIA lo sepa todo. Han pasado doce años desde la última vez que Bourne estuviera operando en las sombras. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? Todavía le quedan muchas preguntas por responder. En medio de un mundo convulso, azotado por la crisis económica y el colapso financiero, la guerra cibernética, y en el que varias organizaciones secretas luchan por el poder, Jason Bourne vuelve a surgir, de forma inesperada, en un momento en que el mundo se enfrenta a una inestabilidad sin precedentes. Desde un lugar oscuro y torturado, Bourne reanudará la búsqueda de respuestas sobre su pasado.

CON SPOILERS

“Jason Bourne” termina por ser la mejor entrega de la saga de películas protagonizadas por el desertor agente amnésico (ahora ya no tan amnésico), incluyendo aquella “El legado de Bourne” que aquí procuraré evitar mencionar. Un gran y muy digno regreso de Matt Damon como Jason Bourne nueve años después de la anterior entrega protagonizada por el actor, “El ultimátum de Bourne”.

En “Jason Bourne” vemos otro interesante arco de transformación del personaje. La película empieza con Jason Bourne como héroe atormentado, autocompasivo y penitente, y termina con el protagonista como héroe justiciero y vencedor. Al principio de la película vemos que el protagonista vive marginalmente porque cree que él eligió ser un asesino, él eligió libremente ser un sicario, pero a medida que avanza la película va descubriendo que en realidad se convirtió en un asesino porque le manipularon, eligió ser un asesino porque le hicieron creer algo que no era cierto, asesinó a gente por una mentira. Al final consigue devolver el golpe y castigar a aquellos que le engañaron para que se convirtiera en aquello en lo que de otra forma no hubiese querido convertirse.

“El ultimátum de Bourne” ya dejaba la historia bien cerrada, no parecía ser necesario otra película, no parecía necesario contar más, porque todo lo que se tenía que contar ya parecían haberlo contado, no parecía haber nada más que contar. Con “El legado de Bourne” intentaron contar más, pero lo que se contaba en esa película no resultaba tan interesante, tan motivable, terminaba por ser irrelevante. Eso no ocurre con “Jason Bourne”, que lo nuevo que cuenta es tan interesante, emocionante y motivable que sí se hace necesario contarlo.


Matt Damon vuelve a ofrecer una gran actuación, está muy bien trabajada su interpretación, la manera en que enfoca su personaje en éste regreso, como el cambio que ha sufrido el personaje se refleja en la actuación de Damon. Es muy buen actor Matt Damon, es un gran actor, en cada entrega de las películas de Jason Bourne que protagoniza al final siempre tiene una escena dónde interactúa con un actorazo. En “El caso Bourne” Matt Damon interactuó con Chris Cooper, en “El mito de Bourne” con Brian Cox y en “El ultimátum de Bourne” con Albert Finney, y Matt Damon consiguió estar a la altura y competir con ellos interpretativamente, la actuación de Damon no quedaba perjudicada porque tuviera enfrente a un gran actor, Damon conseguía mantener el tipo. En “Jason Bourne” ocurre lo mismo, esta vez el protagonista tiene un enfrentamiento climático con el personaje de Tommy Lee Jones, y Matt Damon mantiene el nivel, consigue que la gran actuación del veterano actor no afecte a la suya.

A parte de Damon el único intérprete de las tres primeras películas que repite en esta quinta entrega es Julia Stiles, que también refleja interpretativamente los cambios que ha sufrido su personaje.

El resto del reparto, nuevo en su totalidad, destaca en algunos nombres. Tommy Lee Jones hace un buen trabajo, da vida a su personaje de una manera muy acertada. Alicia Vikander resulta sorprendente, no tiene un rostro muy recordable pero hace una buena actuación, hace que el espectador tenga muy presente su personaje y no se olvide de él. Vincent Cassel tiene un rostro muy tosco pero es muy buen actor, y aquí se curra mucho su papel, no sólo en lo físico, que también, si no en el estado emocional y psicológico de su personaje. También sale unos minutos el alemán Vinzenz Kiefer, que también es muy buen actor, y a pesar de que su personaje aparece sólo unos minutos Kiefer lo interpreta con muchas ganas.


Las secuencias de acción son todas impresionantes, espectaculares. Destacan la primera y la última, las que suceden en Atenas y en Las Vegas, pero las que suceden en Berlín y Londres también resultan muy emocionantes. La secuencia de Atenas asombra por lo bien recreada que está la manifestación y el posterior disturbio. Yo, que he estado en disturbios, la secuencia de Atenas me pareció creíble y verosímil al 100%. Unos disturbios postmanifestación, en la realidad, es tal cual sale en la película en la secuencia de Atenas. La secuencia de acción de Las Vegas no se queda atrás, la persecución automovilística y la posterior pelea resultan adrenalínicas y altamente emocionantes. Destacar también el excelente trabajo de edición y tratamiento de sonido en toda la película en general, pero especialmente en la secuencia de acción en Las Vegas.

Resulta interesante como la película extrapola la situación actual que atraviesa el mundo, y especialmente Estados Unidos, y resulta interesante por los personajes maquiavelos que se dibujan tan bien en el guión. En la película los altos funcionarios de la CIA se jactan de ser patriotas, pero actúan siempre en beneficio propio y a costa de los ciudadanos de su país. Justifican el asesinar a algunos ciudadanos y el espiar a todos los ciudadanos en pos de la seguridad nacional, cuando en realidad es en pos de beneficiarse ellos mismos. Son falsos patriotas aquellos que dicen defender el sistema de derechos, libertades y democracia de su país violando precisamente esos mismos derechos, libertades y democracia en su país, por ejemplo creando una especie de Gran Hermano que vigile y espíe a todos los ciudadanos, y eliminar a cualquiera que se oponga. Eso es lo que explica la película, que ser patriota no es defender a tu país de la gente de tu país, se trata de defender a la gente de tu país de tu propio país.

Mi calificación es: