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lunes, 23 de octubre de 2017

CRÍTICA DUNKERQUE (2017), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

En mayo de 1940, mientras arrasaban media Europa, los nazis acorralaron a las tropas británicas, belgas y francesas en el pueblo de Dunkerque, en la costa norte de Francia. Había 400.000 soldados aliados atrapados entre los nazis y el mar, y la flota militar aliada era insuficiente para rescatarles. Pero entonces, para sorpresa de todos, se movilizaron cientos de embarcaciones civiles británicas. 861 barcos británicos, desde grandes pesqueros hasta pequeñas embarcaciones de recreo, cruzaron el Canal de La Mancha rumbo a Dunkerque jugándose la vida contra los nazis. Hubo miles de muertos en los 243 barcos hundidos por los alemanes, casi un tercio de los que acudieron al rescate, y aún así casi todos los soldados de Dunkerque fueron rescatados.

Christopher Nolan muestra en esta película su visión de esos hechos, narra a su manera lo que fue la evacuación de Dunkerque. Se ha hablado mucho de esta película, ha generado mucho debate. Los detractores de Nolan la ponen a parir independientemente de sus aciertos, y los fans de Nolan la alaban independientemente de sus defectos. Hay quienes incluso comparan a Nolan con Kubrick. Independientemente de que el hacer de Nolan es tan comparable con el de Kubrick como lo es el hacer de Álex de la Iglesia con el de Tarantino, si admitimos la comparación, Nolan aún está por debajo de Kubrick, y de hecho aun le falta para acercárcele siquiera.

Yo, como crítico, me gusta Christopher Nolan como director, pero eso no quiere decir que no pueda, que no tenga y que no deba ser también crítico con Nolan, y en esta crítica de su película “Dunkerque” no le reconoceré menos de lo que se ha ganado ni le alabaré más de lo que merece.

Cabe analizar “Dunkerque” desde dos vertientes, el género bélico, como pudiera ser “Salvar al soldado Ryan” o “La chaqueta metálica”, y el género de supervivencia, como pudiera ser “Acorralado” o “El renacido”. En el género de supervivencia “Dunkerque” cumple con mucha efectividad, por dos razones, primero porque el espectador, a través del trabajo que en la película se hace con la cámara, nunca se aleja de los personajes, y segundo, porque los personajes nunca se alejan del peligro hasta el final de la película.


Sin embargo es en la vertiente bélica donde “Dunkerque” no termina de dar todo lo que pudiera y debería dar. Es cierto que como propuesta bélica el film de Nolan muestra ideas atractivas, como por ejemplo que en todo el metraje apenas hay diálogo, los pocos personajes que hablan lo hacen escasamente. Claro, eso es muy lógico y coherente. Si tú estás en una batalla o en un asedio entonces tu prioridad es sobrevivir, que no te maten, y dejas de lado todo lo demás, incluido el hablar. De hecho, hasta muy avanzada la película, y sin entrar en spoilers, uno de los personajes principales no habla precisamente porque el no hablar le resulta necesario para sobrevivir y escapar de la muerte.

La escasez de diálogos, junto con la proximidad de la cámara a los personajes, funciona como método para hacer que el espectador se sienta dentro de la película, sienta que está en la misma costa de Dunkerque, o en los barcos, o en el avión, etc. También lo consigue los efectos sonoros, sobretodo la edición de los sonidos propios de una situación bélica, como los disparos, las explosiones, etc. En la película cada disparo suena como si lo hicieran justo al lado de tus oídos, y eso hace que el espectador se sienta como si estuviera físicamente al lado de los personajes.

Sin embargo, a pesar de que la película consigue una proximidad metafóricamente física del espectador con los personajes, no sucede así con una proximidad emocional, sentimental. El espectador entiende y comprende a los personajes, pero en la película no se consigue que el espectador sienta lo que sienten los personajes. Eso ocurre porque en “Dunkerque” se cuenta unos hechos, pero no se cuenta una historia, no se profundiza en los personajes.

Por ejemplo. Es como si en “Titanic” siguiéramos a los personajes principales, pero no viéramos nada de la relación entre Rose y Jack, entre Rose y Cal, entre Rose y su madre, etc. Es por eso que “Dunkerque” no funciona como película bélica tanto como sí lo hacen propuestas como “Black Hawk derribado” o “Hasta el último hombre”, en las que el espectador sí siente una aproximación tanto física como emocional con los personajes.


Aun así lo que no consigue como propuesta bélica la última película de Nolan sí lo consigue como propuesta de supervivencia. Y una de las fórmulas que usa Nolan, muy acertadamente, para que la película cumpla como propuesta de supervivencia es la manera en que muestra el peligro, que son los nazis y sus ataques. Los nazis prácticamente no se ven en casi toda la película, sólo al final, unos pocos, un par de segundos y a contraluz. Los personajes se ven afectados por los ataques de los nazis, pero los nazis prácticamente no los vemos ni los personajes ni el espectador, salvo la excepción que ya he remarcado. Eso es muy interesante porque convierte a los nazis en un enemigo, en un peligro, casi fantasmagórico, prácticamente fantasmagórico. Claro ¿Cómo vences tú a un fantasma? ¿Cómo no vas a tener miedo de un fantasma? Esa connotación fantasmática del enemigo y del peligro posibilita que “Dunkerque” dé todo lo que pudiera y debería dar como propuesta de supervivencia. Porque esa es la manera de hacer efectiva una propuesta de supervivencia, transformando el enemigo y el peligro en una entidad más allá superior de lo físico y lo material, que no se pueda vencer como un boxeador vence a su contrincante sino que, por ser ese enemigo y peligro muy superior e invencible, no cabe otra opción que esconderse y tratar de huir y escapar de él.

Cabe observar también cómo muestra Nolan un elemento que es destacable en la película, que es el heroísmo. Al no estar uno en el frente de batalla es muy fácil tener una idea romántica del heroísmo en la guerra, lo difícil es ser un héroe cuando estás en peligro de muerte todos los días y cuando tienes que pegar tiros y esquivar tiros durante horas todos los días, ahí es cuando cuesta ser un héroe y cuando ser un héroe ya no es tan romántico. Porque a veces ser un héroe no se trata de vencer al peligro derrotando al enemigo, a veces ser un héroe se trata de vencer al peligro consiguiendo huir y escapar del enemigo cuando sabes que éste es muy superior a ti y estás a estragos de caer presa de él. Tanto una cosa como la otra el heroísmo siempre supone sobreponerse al miedo y no dejarse dominar por el mismo, y con respecto a eso en la película algunos personajes lo consiguen y otros no, causando estos últimos desastres a su alrededor.


Nolan muestra en “Dunkerque” a unos personajes comportándose de manera muy humana, las actuaciones de los personajes son muy creíbles y verosímiles, sobretodo tratándose de una situación en que los personajes están cagados de miedo. De hecho el protagonista, literalmente, no encuentra un sitio en el que poder cagar en paz. Todos los personajes hacen lo posible para sobrevivir, algunos de ellos incluso a costa de la supervivencia de otros. Y es normal, si yo estuviera en esa situación haría lo mismo. Si para sobrevivir yo, en esa situación, tuviera que sacrificar a otros, sobretodo a otros que no conociera (con los que sí conociera tendría más reparos), ni dudaría en hacerlo, luego me sentiría culpable y me hundiría emocionalmente, pero en ese momento yo pasaría por encima casi de quien hiciera falta.

No cabe olvidar el buen reparto de la película, en la que sorprende el debut de Harry Styles, cantante del grupo de música pop One Direction, que, contra todo pronóstico, hace una actuación bastante buena. También actúa con buena solvencia el actor protagonista, Fionn Whitehead. Los rostros conocidos muestran iguales estupendas interpretaciones, desde Tom Hardy hasta Kenneth Branagh pasando por James D'Arcy, Cillian Murphy y Mark Rylance.

El trabajo de fotografía de Hoyte Van Hoytema (director de foto sueco que, después de trabajar en la original sueca de “Déjame entrar”, hizo la foto de películas como “El topo”, “Her”, “Interstellar” y “Spectre”, todos grande trabajos de fotografía) en “Dunkerque”resulta llamativo. Lumínicamente la película está muy bien trabajada, pero rodarla en 70 mm no fue una decisión muy efectiva. No se le sacó al 70 mm todo lo que podía dar de sí, y eso debió de ser seguramente por el diseño visual que planificó Nolan. Claro, si haces que la cámara esté todo el rato pegada a los personajes, pues dejas poco espacio para que se perciba el 70 mm. Yo vi la película en 70 mm, y hay momentos en que el formato se percibe, pero la mayoría del tiempo no. Ni viendo la película en 70 mm se nota el 70 mm en la mayor parte.


El trabajo musical también deja mucho que desear. Lo que hizo Hans Zimmer para esta película fue irse a las obras que estaban haciendo al lado de su casa, grabar las obras con un micro de alcance, sustituir los piropos de los obreros por el tic tac de un reloj de pulsera, y entregarlo tal que así que sople el viento y que espulguen luego. Hombre, pues no. La verdad es que la música que Zimmer compuso para esta película no sólo es decepcionante como trabajo, es que además es molesta e irritante.

En conclusión. “Dunkerque” no es de cerca la obra maestra que nos vendieron, ni Christopher Nolan es Stanley Kubrick resucitado, pero a pesar de sus defectos, que los tiene, y muy destacables, esta película termina por resultar una notable propuesta, más a nivel de género de supervivencia que de género bélico, y aunque como propuesta bélica es inferior a otras como “Black Hawk derribado” o “Hasta el último hombre”, como película en sí es lo suficientemente sólida, madura y bien realizada para que destaque como uno de los trabajos más interesantes, atractivos y disfrutables de éste año.

Mi calificación es: