Sinopsis: Anna Fritz, una joven y famosa actriz de cine, es hallada muerta en la suite de un hotel. Pau trabaja como celador en el hospital a donde han trasladado el cadáver. Es un chico tímido e introvertido que cada vez que entra en el depósito el cadáver de una chica atractiva, no puede evitar mirarla. Hace una foto a Anna Fritz y se la envía a dos amigos. Cuando éstos llegan a la morgue, se quedan fascinados por su gran belleza. Víctimas de sus instintos más primitivos, se plantean violarla impunemente, pero no saben en qué clase de infierno se van a precipitar.
Resulta complicado, una vez visto “El cadáver de Anna Fritz”, mantener un parecer positivo con respecto a la película, porque si algo la caracteriza es su nula capacidad de aportar algo al espectador. La premisa, por supuesto, resulta interesante, pero el incorrecto desarrollo de la historia hace que ese interés se diluya hasta que termina en irrelevancia.
Lo que podría haber llegado a ser un buen thriller de suspense, ha terminado por ser un insulso relato, dónde el dibujo de los personajes hace imposible la empatía del espectador, y la trama de supervivencia relega el posible debate moral a una cuestión de relleno.
Es precisamente el dibujo de los personajes lo que mayormente estropea la película. Los tres sujetos protagonistas son identificables a personas que todo el mundo conoce en la vida real, y que pasan precisamente por ser sujetos desagradables, y un personaje protagonista puede cometer actos de vileza, pero no ser desagradable. Anna Fritz es el único personaje capaz de generar algo de empatía en el espectador, que no interés.
Eso es lo peor que le puede pasar a una película, porque una película puede ser mala pero incluso así generar interés, al menos en algunos aspectos por pocos que sean. Eso no ocurre en “El cadáver de Anna Fritz”. Tenemos que tres de los personajes principales no generan empatía, y el otro no genera interés, y la historia no está bien desarrollada. El espectador se queda sin motivos para ver la película otra vez, y ni siquiera recordarla.
A pesar de las buenas intenciones de todos los que se han involucrado en la película, y sobretodo a pesar de sus máximos responsables, que seguro que querían hacer la mejor película que pudieran hacer, una buena película, debo decir que no lo han conseguido. El resultado es una propuesta que, al menos para quien escribe, no tardará en ser borrada de la mente, precisamente por caer en algo en que no debería caer ninguna película, aunque sea mala: la irrelevancia. No hay nada en “El cadáver de Anna Fritz” que haga que el espectador la retenga en la memoria, no hay nada que sea sustancioso. Incluso en películas tan mediocres del año pasado, como "Cincuenta sombras de Grey" o "Jupiter Ascending", había aspectos que llamaban la atención al espectador, que le generaban interés, por mucho que el resultado final fuera decepcionante. “El cadáver de Anna Fritz” ni siquiera tiene eso, y no es una cuestión de presupuesto, es cuestión de aportar algo al espectador que al menos le haga recordar la película, aunque no le haya gustado, pero que permanezca en su mente.
En conclusión. No hay nada en “El cadáver de Anna Fritz” que justifique su visionado. No hay nada que recompense la inversión, en tiempo y/o dinero, que supone verla.
Mi calificación es:
