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sábado, 19 de noviembre de 2016

CRÍTICA PRECIOUS (2009), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

“Precious” es uno de los mayores despropósitos que quien escribe he tenido la desgracia de sufrir, la película es un gran montón de mierda. Toda la película entera es una aclamación al mal gusto cinematográfico elevado a su máxima potencia. “Precious” es una basura con pretensiones lacrimógenas tan exagerada que viene a decir que si no lloras con esta gratuita exageración de la desgracia y miseria humana es que eres un nazi que odia a las adolescentes negras megaobesas analfabetas empobrecidas con sida violadas por su padre, maltratadas por su madre y con dos hijos, ambos también con suda y uno de ellos con síndrome de down.

La película no hace llorar, hace reír. Uno se descojona de lo absurda que es la película y de lo mal realizada que está hecha. Pocas veces el arriba firmante ha visto una película tan mal realizada. Se nota que el director, Lee Daniels, no tiene ni idea. Resulta una buena idea lo de los premios Razzie, sobretodo para directores tan competitivos como Daniels, que se lo curran un montón para ganar cuantos más mejor. Si también le hacen ilusión las críticas negativas, y sus trabajos evidencian que así es, pues no será un servidor quien le quite la ilusión

La protagonista de la película es Clarice Precious Jones, el ser más desgraciado sobre la faz de la Tierra, pero más concretamente sobre el Harlem de 1987, infestado de negros maltratadores adictos al crack (no es racismo, así lo muestra la película). Esta película se regodea con la desgracia y la miseria de la protagonista. 

Durante toda la película se ve cómo Precious intenta mejorar su vida, pero no sólo no lo consigue sino que su vida empeora todavía más. Revoca a la historia de Job, que es puteado por Dios una y otra vez para ver cómo reacciona. Pues lo mismo hace Lee Daniels, putea a la protagonista a más no poder, rebasa los límites de la razón y comprensión humana del buen gusto. ¿Y qué es lo que pasa? Que esta bazofia es nominada nada menos que a seis Oscar, todas y cada una de las nominaciones totalmente inmerecida. Hoy en día prevalece el mal gusto.


Semejante drama debería hacer llorar de tristeza al espectador… si fuera una historia de superación como “Rocky”, pero como una fantasía erótica del nazi de Daniels la película no se puede tomar en serio. En cuanto sale la protagonista afectada por todas las desgracias imaginables para una persona con mentalidad sádica el espectador no puede evitar troncharse de risa de principio a fin ante los disparates que se suceden a lo largo de la película.

Tenemos a la protagonista que quiere adelgazar pero que se zampa todo un cubo lleno de pollo frito, pero sin salsa, que hay que ponerse a dieta. No es una burla propia, es el director el que se burla de la protagonista, haciéndola sufrir y haciéndola quedar mal, tonta e inútil a la menor ocasión. En el primero de los monólogos de la madre de Precious, interpretada por Mo’Nique, durante tres minutos esta insulta a su hija con más insultos que en todas las películas de Tarantino juntas. Perlas como zorra, hija puta, mierda, gorda, joder y puta se repiten infinidad de veces en esos tres minutos.

Los dos monólogos de la madre de Precious, uno al principio de la película y el último al final, están expresamente escritos para el lucimiento de Mo’Nique y hacer que esta gane el Oscar por estar gorda, mal maquillada, sin depilar, llorando y moqueando y recitar el típico “monólogo de Oscar”, pero no por actuar.

Precious va a una escuela alternativa que está en la planta once de un hotel, un lugar genial para abrir un centro educativo subvencionado con el dinero que se recoge de las papeleras del ayuntamiento. ¿Teniendo la película diez millones de dólares de presupuesto no había dinero para rodar en uno de los muchos institutos abandonados de Nueva York, quitar el polvo, poner luces y decorarlo un poquito? ¿No hay montones de decorados de instituto que se aprovechan una y otra vez para las series tontorronas de Disney Channel? La escuela alternativa de la película trata de un vestíbulo, dos pasillos y un aula. Y la profesora y la secretaria son las dos únicas trabajadoras del centro que salen en la película ¿Tampoco había presupuesto para figurantes?


La profesora, una clon de Hally Berry pero en versión lesbi, en vez de sencillamente hacer su trabajo y cobrar a fin de mes, convierte a Precious en el centro de su vida y hace como de asistente social para la chica y se desvive por ella... porque sí. La profesora, que se llama Blue Rain (se ve que Green Lantern ya estaba cogido), consigue refugiar a Precious en casa de su novia, una oportunidad que aprovecha el nazi de Lee Daniels para marcar el típico estereotipo de que la homosexualidad es una moda, y en esta película lo expone con descaro. Cabría preguntarse cómo reaccionaría Daniels si hicieran una película en la que se expusiera que ser negro es una moda. Tampoco debe ser una moda el ser un pésimo director, puesto que a Daniels aun le dura.

El final de la película es de una subnormalidad tremenda. Precious se arma de valor y le dice a su madre que no la volverá a ver, después de decirle a su asistenta social, la única persona de la administración que se interesa en ayudarla, que no quiere su ayuda porque esto le supera, a pesar de que es el trabajo de la asistenta social. Precious se queda en la calle, sin tener a dónde ir, con sus dos hijos pequeños, ambos con sida y uno de ellos con síndrome de down, a los que no podrá alimentar porque no tiene trabajo, y pretende seguir estudiando para llegar a la universidad pese a que como tiene sida no vivirá lo suficiente para hacerlo y sus hijos se quedarán huérfanos sin hogar y sin nadie que los cuide y tampoco vivirán mucho tiempo más porque también tienen sida. Todo esto acompañado de una música alegre y esperanzadora. Acojonante. ¿Porqué Daniels no hizo de éste final una escena musical? Con Precious saliendo a la calle bailando y cantando lo felices y contentos que están ella y sus hijos con sida y sin hogar, y los yonkis y atracadores negros detrás cantando al coro “¡Felicidad! El sida y el crack nos dan grandes momentos de felicidad”. Como en Team América: https://www.youtube.com/watch?v=TzF9qyuhtnc Las asociaciones antivacuna deberían contratar a Daniels para hacer anuncios que conciencien a la gente de los beneficios y las ventajas de contraer infecciones y enfermedades mortales.


Si artísticamente la película es un horror, técnicamente es peor. La fotografía, diseñada por Andrew Dunn, es para pegarse un tiro con tal de dejar de sufrir semejante violación de las más básicas reglas del buen encuadramiento cinematográfico. En los planos contraplanos parece como si Dunn le estuviera haciendo una paja al zoom del objetivo de la cámara. El tratamiento masturbatorio del zoom del objetivo es horroroso, es una vergüenza. Y lo mismo con el enfoque. Es como si Dunn corrigiese continuamente el zoom y el enfoque justo cuando la cámara graba. Qué horror. La fotografía de “Precious” es como el culo de Albert Boadella, es feo de ver y ofensivo a la vista, pero su autor cree que es arte y que se debe ver.

El montaje tanto peor. La mayoría de las transiciones son muy flojas, pero las que utilizan efectos visuales hechos con paint simplemente son criminales, son un ataque al buen gusto y deberían estar prohibidas por ley. Las transiciones visualmente psicodélicas de “Precious” son un ataque al género humano y a su dignidad.

Lo mejor: Por suerte sólo dura hora y media y se pasa rápido. De haber durado tres horas sería para machacarse el cráneo a cabezazos contra la pared con tal de sufrir algo menos doloroso que ver la película.

Lo peor: La película entera. Mantener relaciones sexuales con un tubérculo es mejor para una persona que ver este engendro vomitivo.

Mi calificación es: