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miércoles, 17 de diciembre de 2014

CRÍTICA A CLOCKWORK ORANGE (1971) . POR NAHUEL AVENDAÑO

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE



Sinopsis: Alex es el melómano líder de una delirante banda de inadaptados sociales que disfruta sembrando el terror a través de la ultra-violencia y la violación de sus víctimas, dejando un reguero innumerable de crímenes de todo tipo.

*SPOILERS*

Kubrick ya había dado vuelta la torta en el cine 3 años atrás con 2001: A Space Odyssey, y como su filmografía se basó en ser objeto de constante polémica, entrados los '70, una década plagada de películas atrevidas, presenta su obra cumbre, popular, y por qué no la mejor.

Después de haber sufrido casi 30 años de prohibición, hoy en día no debe existir cinéfilo que no la haya visto o conozca al menos; esta cinta es un completo "estudio" del comportamiento humano, la gestación de la violencia y de los métodos casi inútiles por corregir el instinto destructivo de la persona, temas que Kubrick explota en varios filmes.

Todo comienza con un primerísimo primer plano de Alex, un anti-héroe por excelencia del séptimo arte, que se va alejando y agrandando para que entren en cuadro sus secuaces, los demás drugos, de esa forma, vemos el esplendor de una de las mejores puestas en escena de toda la película; el bar donde se reúnen, cargado de mucha simbología y colores tanto vivos como muy opacos.

Minutos después, junto al protagonista, que también hace de narrador, nos adentramos en algo así como "un día en la vida de... " , ya que vemos toda la clase de desmanes que la pandilla hace simplemente por diversión.


El punto filosófico de la película puede darse por iniciado, porque inmediatamente se presenta el entorno familiar en el que Alex vive, con padres poco responsables o autoritarios, de los cuales él se aprovecha para mentir sobre las cosas que hace por las noches. Esa indiferencia puede tomarse como un indicio que ayuda al completo libertinaje de Alex a hacer de las suyas.

Otro item es que "el dominador pasa a ser dominado", luego de unas pequeñas entre Alex y Dim, miembro de la banda, sus durgos hacen una especie de motín contra él traicionándolo, derivándolo a su arresto y encarcelamiento. Allí todos sus reflejos criminales son contrarrestados mediante un experimento al cual él mismo se ofrece como conejillo de indias. Una vez libre, Alex ve el mundo con ojos de victima, la sociedad que tanto perjudicó le retribuye sus actos delictivos. El experimento trajo como consecuencia un punto débil en él, la novena sinfonía de Beethoven le provoca sensaciones de repulsión al escucharla; en un momento, no pudiéndola soportar mas, intenta suicidarse fallidamente. Recuperándose en el hospital, un funcionario del gobierno le plantea un trato en el cual él es fundamental para cambiar la imagen del estado y sus métodos.

Una posible interpretación de los hechos podría ser que la violencia está presente en todos los ámbitos de la sociedad, en menor o mayor medida, pero es algo propio de la naturaleza humana. También puede jugarse un poco con las vueltas mismas del destino, ya que todo el mal que Alex causa no desaparece, sino que se transforma y le vuelve cuando menos se lo espera. Otro factor es la aplicación de la palabra "mecánico" para referirse al comportamiento humano, con su intento de suicidio, el cerebro de Alex de alguna forma se "resetea" configurándose una vez mas como siempre funcionó, y además de la completa impunidad del sistema, ya que no busca remendar sus errores con Alex, sino crear un circulo vicioso para disfrazar los problemas. De mas esta decir que cada interpretación corre a cuenta del espectador.

Lo que comprende a vestuarios es una huella dentro de la cultura popular, el sobrero, el bastón y la pestaña son referenciadas en infinidad de películas y series. El bar y ciertos tramos de la ciudad presentan un leve aire de futurismo, sumado también a la banda sonora que es un híbrido entre piezas clásicas y remixes de 16 bits o con sintetizadores. En el montaje eso se aprecia aún mas ya que hay escenas emblemáticas que encajan perfecto con la musicalización. La segunda parte de la historia no parece tan atractiva desde lo visual, el ambiente se hace mas monótono, los escenarios se reducen a la prisión, la sala de cine y pocos exteriores.

Malcolm Mcdowell será recordado como el eterno Alex, si bien durante su carrera el actor repitió esa personalidad en otros personajes: previo a esta cinta, en "If" hace de un estudiante rebelde y revolucionario, y en "Caligula" es un emperador vicioso del sexo y la crueldad, aún así, su interpretación es la mas adecuada, ningún otro actor sería capaz de hacerlo mejor.

La Naranja Mecánica es un film atemporal, posiblemente siempre sea controversial, encantará y disgustará por igual, para muchos estará sobrevalorada y para muchos otros será una obra maestra, lo cierto es que se ha vuelto imprescindible para el cine y figura en todas las recomendaciones y listas de películas, y sin dudas, por algo debe ser.

Puntuación: