Sinopsis: En el mundo real, los elegidos se acerquen a la edad adulta, pero Tai y Matt todavía no tienen decidido qué hacer en la vida. Tras una serie de extraños incidentes en los que varios jóvenes pierden el conocimiento, contacta con los elegidos Menoa Bellucci, una profesora de Nueva York, y esta les explica que el digimon Eosmon busca elegidos en todo el mundo para robarles la conciencia. Con la ayuda de la Menoa, Tai, Matt, Izzy, TK y sus digimons luchan contra Eosmon en internet. El problema es que, cuanto más utilicen los poderes de sus digimons, antes se romperá para siempre el vínculo que les une.
Esta propuesta anime es una continuación de las series de animación "Digimon Adventure", "Digimon Adventure 02" y "Digimon Adventure Tri". La historia de esta película sirve como conclusión de un arco de desarrollo que empezó con las dos primeras Adventure y siguió con Tri.
Es una obra que apela al factor nostalgia, dirigida sobre todo a quienes de niños vieron las dos primeras temporadas, y se centra en la maduración de los personajes, en la entrada de éstos en la edad plenamente adulta, y como éste hecho supone una desaparición de la realidad que vivían desde la niñez. Algo que precisamente han vivido los espectadores que en su día vieron "Digimon Adventure" cuando se emitió en televisión.
Este hecho se puede observar de forma muy bien ejemplificada en la película. Por poner un ejemplo, en una escena del principio podemos observar a Matt, ya estudiante universitario, observar y escuchar con mirada triste y expresión melancólica a unos músicos callejeros y posteriorment viendo a través del cristal del aparador de una tienda de instrumentos musicales a unos padres regalando a su hijo pequeño una armónica, que es precisamente el instrumento que tocaba Matt en "Digimon Adventure". Con estos detalles, un espectador que no haya visto anteriormente ninguna otra entrega de la franquicia puede concluir que Matt ha abandonado su sueño de ser músico, de ser cantante, de tocar x instrumento, lo cual forma parte del proceso de maduración personal, resignarse a no poder cumplir aquellas ambiciones que de pequeño ilusionaban tanto.
El conflicto de "Digimon Adventure: La última evolución Kizuna" no sólo es ese cambio de vida a medida que se va madurando, que se va evolucionando, también se encuentra cuando no se gestiona bien y no se asume esta inevitable transformación, éste inexorable fin de época, y se convierte en un duelo traumático que no se supera, en ese anclaje a una vida que ya no volverá.
Esto se evidencia en que la película se centra exclusivamente en Matt y Tai. Izzy sale como secundario, y TK, Joe y los otros niños elegidos de la primera y segunda temporada salen muy poco. Y es lo que dicen en la película, los personajes están menos unidos porque a medida que maduran cada uno va viviendo su propia vida, van haciendo nuevos amigos, y esa cercanía se diluye, se dedican menos tiempo mutuamente, se ven menos.
Este proceso transicional de la infancia/adolescencia a la madurez no es una temática nueva narrativamente, muchísimos otros autores lo han expuesto incluso mejor, de forma melancólica, como Peder Severin Krøyer en sus cuadros, o de forma traumática, como William Golding en "El señor de las moscas", o recurriendo a un ejemplo reciente, en "Toy Story 3", a la que "Digimon Adventure: La última evolución Kizuna" se asemeja, salvando las distancias, obviamente.
En la tercera entrega de la saga Toy Story la tesitura estaba mostrada de forma más sutil, en cambio en esta película lo muestran de forma demasiado obvia. Resulta evidente que la dedicación que no invirtieron en un guión más sugerente y menos explícito sí lo invirtieron en una animación que se asemeja a la de las películas de Makoto Shinkai. Hubiera salido más a cuenta, y dado mejor resultado, darle a Shinkai ("El lugar que nos prometimos", "El jardín de las palabras", "Your Name", "El tiempo contigo") la escritura y dirección de esta película, o en todo caso a Mamoru Hosoda ("La chica que saltaba a través del tiempo", "Los niños lobo", "El niño y la bestia", "Mirai, mi hermana pequeña"), que también hubiera sido una gran elección (de hecho, este último dirigió el episodio 21 de "Digimon Adventure" y la primera película de Digimon).
Esto se evidencia en que la película se centra exclusivamente en Matt y Tai. Izzy sale como secundario, y TK, Joe y los otros niños elegidos de la primera y segunda temporada salen muy poco. Y es lo que dicen en la película, los personajes están menos unidos porque a medida que maduran cada uno va viviendo su propia vida, van haciendo nuevos amigos, y esa cercanía se diluye, se dedican menos tiempo mutuamente, se ven menos.
Este proceso transicional de la infancia/adolescencia a la madurez no es una temática nueva narrativamente, muchísimos otros autores lo han expuesto incluso mejor, de forma melancólica, como Peder Severin Krøyer en sus cuadros, o de forma traumática, como William Golding en "El señor de las moscas", o recurriendo a un ejemplo reciente, en "Toy Story 3", a la que "Digimon Adventure: La última evolución Kizuna" se asemeja, salvando las distancias, obviamente.
En la tercera entrega de la saga Toy Story la tesitura estaba mostrada de forma más sutil, en cambio en esta película lo muestran de forma demasiado obvia. Resulta evidente que la dedicación que no invirtieron en un guión más sugerente y menos explícito sí lo invirtieron en una animación que se asemeja a la de las películas de Makoto Shinkai. Hubiera salido más a cuenta, y dado mejor resultado, darle a Shinkai ("El lugar que nos prometimos", "El jardín de las palabras", "Your Name", "El tiempo contigo") la escritura y dirección de esta película, o en todo caso a Mamoru Hosoda ("La chica que saltaba a través del tiempo", "Los niños lobo", "El niño y la bestia", "Mirai, mi hermana pequeña"), que también hubiera sido una gran elección (de hecho, este último dirigió el episodio 21 de "Digimon Adventure" y la primera película de Digimon).
Lo que "Digimon Adventure: La última evolución Kizuna" debería haber mostrado argumentalmente de forma menos descarada es un conflicto que los protagonistas comparten con el antagonista de la película, algo que también se puede observar en, por ejemplo, "Toy Story 4" . Las nuevas etapas de la vida generan nuevos mundos que son distintos a las etapas anteriores. Cuando una persona cumple 11 años vive en un mundo, cuando esa misma persona cumple 21 años vive en otro mundo. El antagonista de "Digimon Adventure: La última evolución Kizuna" se encuentra que el mundo en el que quiere seguir viviendo es diferente del mundo en el que vive. Es un tranvía que ha ido avanzando por la vía de la vida y se encuentra en una parada de la vida a la que no quería llegar porque quiere seguir en la anterior, quiere volver a la anterior parada, pero no hay parada a la que volver, porque la vía, que representa la vida, del tranvía, que representa a cada uno de nosotros, sólo va en una dirección, y la anterior parada ya sólo existe en los recuerdos, la anterior parada es un mundo que ya dejó de existir.
La retórica del antagonista de la película refleja una reflexión que le aleja de la realidad de la vida. Por el contrario, los protagonistas acaban aprendiendo que hay que guardar un rincón en su corazón donde albergar las tragedias que tarde o temprano llegan a la vida, que inevitablemente se encontrarán en las siguientes paradas de la vía, pero ésta es una inversión que el antagonista no es capaz de hacer, porque niega la realidad del mundo en el que se encuentra. Pero para los protagonistas, tantos los elegidos como los digimons, que comprenden que están viviendo los últimos días de su mundo, la muerte adquiere un sentido distinto que les ayuda a llevar el luto que supone la extinción de la que era su realidad.
Esta muy bien que muestren la entrada de una persona a la madurez no como la llegada de esta a una edad concreta sino a algo más personal e instrospectivo, más particular a cada individuo. Lo que no está tan bien es que en la película esa concepción de la llegada del individuo a la etapa adulta se base en su aceptación del rol que la sociedad le predetermina a ella, un concepto de la madurez más propia de Japón culturalmente pero que en general no es tan compartida filosóficamente, pues en el aspecto social está más aceptado que la madurez consiste en la capacidad de tomar decisiones y de asumir las responsabilidades que se deriven de estas. Por ejemplo, la película empieza con Tai y Matt sin haber tomado una decisión respecto a lo que harán con su vida, y el arco de transformación que vivirán a lo largo de la historia que se desarrolla en la película les llevará a cambiar. El film termina con los protagonistas, y sus respectivos digimons, tomando una decisión y asumiendo la responsabilidad, es decir, la trama principal concluye con los personajes principales madurando, convirtiéndose definitivamente en personas adultas en un final lacrimógeno que recuerda al penúltimo episodio de la serie anime "Assassination Classroom".
En conclusión, "Digimon Adventure: La última evolución Kizuna" es una propuesta atractiva e interesante en su fondo, pero bastante y fácilmente mejorable en su forma.
La retórica del antagonista de la película refleja una reflexión que le aleja de la realidad de la vida. Por el contrario, los protagonistas acaban aprendiendo que hay que guardar un rincón en su corazón donde albergar las tragedias que tarde o temprano llegan a la vida, que inevitablemente se encontrarán en las siguientes paradas de la vía, pero ésta es una inversión que el antagonista no es capaz de hacer, porque niega la realidad del mundo en el que se encuentra. Pero para los protagonistas, tantos los elegidos como los digimons, que comprenden que están viviendo los últimos días de su mundo, la muerte adquiere un sentido distinto que les ayuda a llevar el luto que supone la extinción de la que era su realidad.
Esta muy bien que muestren la entrada de una persona a la madurez no como la llegada de esta a una edad concreta sino a algo más personal e instrospectivo, más particular a cada individuo. Lo que no está tan bien es que en la película esa concepción de la llegada del individuo a la etapa adulta se base en su aceptación del rol que la sociedad le predetermina a ella, un concepto de la madurez más propia de Japón culturalmente pero que en general no es tan compartida filosóficamente, pues en el aspecto social está más aceptado que la madurez consiste en la capacidad de tomar decisiones y de asumir las responsabilidades que se deriven de estas. Por ejemplo, la película empieza con Tai y Matt sin haber tomado una decisión respecto a lo que harán con su vida, y el arco de transformación que vivirán a lo largo de la historia que se desarrolla en la película les llevará a cambiar. El film termina con los protagonistas, y sus respectivos digimons, tomando una decisión y asumiendo la responsabilidad, es decir, la trama principal concluye con los personajes principales madurando, convirtiéndose definitivamente en personas adultas en un final lacrimógeno que recuerda al penúltimo episodio de la serie anime "Assassination Classroom".
En conclusión, "Digimon Adventure: La última evolución Kizuna" es una propuesta atractiva e interesante en su fondo, pero bastante y fácilmente mejorable en su forma.
Mi calificación es: