[ÚLTIMAS CRÍTICAS] [DRAGSTER-WAVE.BLOGSPOT.COM.AR]

domingo, 27 de diciembre de 2015

CRÍTICA STAR WARS EPISODIO II: EL ATAQUE DE LOS CLONES (2002), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Introducción: En el Senado Galáctico reina la inquietud. Varios miles de sistemas solares han declarado su intención de abandonar la República. Este movimiento separatista, liderado por el misterioso Conde Dooku, ha provocado que al limitado número de Caballeros Jedi les resulte difícil mantener la paz y el orden en la galaxia. La Senadora Amidala, la antigua Reina de Naboo, regresa al Senado Galáctico para dar su voto en la crítica cuestión de crear un EJÉRCITO DE LA REPÚBLICA, que ayude a los desbordados Jedi...

“El ataque de los clones”, tanto como película como entrega de Star Wars, fue una destacable mejora con respecto a “La amenaza fantasma”. Por ejemplo, el personaje de Jar Jar Binks, esa especie de pato-jirafa jamaicano. Aunque el personaje es irritante para el espectador, en “El ataque de los clones” sus apariciones son muy contadas, no sale mucho, y tampoco habla mucho. Y lo más importante, su aparición en la película tiene un propósito, es necesaria la aparición del personaje de Jar Jar Binks en la historia de la película, aporta algo, no es un personaje que sobre. Eso ya es una gran mejora con respecto a “La amenaza fantasma”, pero “El ataque de los clones” tiene otro añadido del que carece la primera película de la segunda trilogía: Christopher Lee. No tiene la presencia que tenía Liam Neesson en la anterior entrega de la trilogía, pero el hombre se marcó un buen papel en la película, era un gran actor y es un placer verle actuar en “El ataque de los clones”.

Otra mejora con respecto a “La amenaza fantasma” es que, mientras aquella tenía un tono infantiloide que estropeaba el conjunto, “El ataque de los clones” lo cambia por un tono romántico por la relación entre Anakin Skywalker y la Senadora Padme Amidala. Esto tiene dos ventajas. La primera es que el tono romántico, aun siendo destacable, no es tan persistentemente presencial en “El ataque de los clones” como lo fue el tono infantiloide en “La amenaza fantasma”, eso quiere decir que el tono romántico-adolescente se sufre menos. Y la segunda es que el tono romántico tiene un mejor encaje en la historia de la película, precisamente por la madurez de la historia. La relación romántica que se desarrolla entre Anakin y Padme no se ve tan fuera de lugar en medio de las tramas políticas que también desarrolla la película como sí lo estaban los momentos infantiles en “La amenaza fantasma”.


Es cierto que la parte romántica de la película, el romance que se va desarrollando entre Anakin y Padme, no está muy bien construida, o no lo está todo lo que debería. No hay muy buenos diálogos entre esos dos personajes, y la manera en que se va mostrando su relación a veces provoca un cierto rechazo en el espectador. Pero comparado con el romance de “Crepúsculo”, las escenas de Anakin y Padme parecen escritas por William Shekaspeare. Además, la repelencia que pudieran provocar esas escenas queda compensada por la genial composición musical de John Williams con el glorioso tema “Across the stars”. El trabajo de Williams en la música del film hace soportables las escenas de romance entre Anakin y Padme, incluso las mejora notablemente, como el momento en que Anakin y Padme aguardan a ser ejecutados y Padme le confiesa a Anakin su amor por él, se besan a contraluz frente a un arco en el que se encuentran sus dos tramos, les hacen salir a la arena del coliseo y, mientras los miles de espectadores aplauden, suena apoteósicamente “Across the stars”, haciendo parecer que, en vez de celebrar el sacrificio de Anakin y Padme, estén celebrando su amor, convirtiendo la ofrenda mortal en una boda.

Otra escena musicalmente engrandecida es cuando Anakin va en busca de su madre para rescatarla de los moradores de las arenas. Con su trabajo Williams refleja la ansiedad, el miedo, el temor y la preocupación que siente Anakin por su madre. Cuando Anakin encuentra a su madre y esta se le muere en sus brazos, la música cambia de una previa composición melancólica y nostálgica a un tema radicalmente distinto en el que se percibe el gran enfado y el odio que empieza a sentir Anakin, y el desasosiego y conflicto que sufre al sentirlo.

Después, mientras Anakin, motivado por la venganza, ejecuta a todos los moradores de las arenas que encuentra en el campamento, en la otra punta de la galaxia Yoda siente la pérdida y la muerte que sufre el joven padawan, y entonces se escucha muy levemente el tema de Darth Vader. Williams nos dice que en ese momento se engendra Darth Vader, de momento sólo se ha plantado la semilla, pero ahí está. Posteriormente, Anakin explica sus frustraciones a Padme, por no haber podido salvar a su madre, por las limitaciones que le impone su maestro Obi-Wan, y entonces le manifiesta con rabia: “Los he matado, los he matado a todos. Y no sólo a los hombres, a las mujeres también, y a los niños. ¡Eran animales! ¡Y los he masacrado como animales! ¡¡¡LOS ODIO!!!!” Y entonces suena muy definidamente, con vientos metales, el tema de Darth Vader. Ahí nace Darth Vader. Anakin aun no se ha convertido en Darth Vader, pero Darth Vader ya está dentro de él, ha germinando y lentamente, regado por Palpatine, extenderá sus raíces por todo su ser hasta convertirlo en Darth Vader.


Otro aspecto de la película a destacar son los actores, algunos actores para ser exactos. Repiten Pernilla August como la madre de Anakin y Ian McDiarmid como Canciller Palpatine/Darth Sidious. Pero llama mucho la atención Hayden Christensen. No es que la actuación de Christensen sea buena, de hecho es bastante floja en gran parte del film, pero hay ciertos momentos de la película en los que Christensen actúa muy bien, como cuando Anakin se infiltra en el campamento de los moradores de las arenas y encuentra a su madre. En ese momento, por ejemplo, Christensen se lo curra, trabaja su actuación y ofrece una buena interpretación. Eso, en cierto punto, confunde al espectador, ver como Christensen en buena parte de la película muestra una actuación floja, pero que sin embargo hay ciertos momentos en que se luce. Por una parte está bien que Christensen haga una buena interpretación, aunque sea en escenas contadas, pero por otra parte no está bien que no lo haga igual de bien en el resto de sus escenas. El contraste que se percibe en la interpretación de Christensen entre unas escenas y otras termina por afectar negativamente al conjunto. Pero aun así se ve que, a pesar de sus limitaciones, Christensen le echó ganas cuando actuó en la película.

Los efectos visuales, por el contrario, son un punto positivo y, a la vez, negativo de la película. Las criaturas hechas por CGI están muy bien creadas, se nota que son CGI pero no se ven falsos, tienen un buen acabado. Yoda es el mejor ejemplo. A diferencia de “La amenaza fantasma”, dónde Yoda era un muñeco, en “El ataque de los clones” está hecho íntegramente por ordenador, lo que permite a George Lucas regalarnos una estupenda pelea con sables láser entre Yoda y Dooku con saltos, volteretas, etc. Sin embargo, la parte negativa de los efectos visuales de “El ataque de los clones” es el festival del chroma key que canta como un calcetín sudado, hay momentos en que parece “Sky Captain y el mundo del mañana”.

Pese a ser más adulta que “La amenaza fantasma”, lo que se agradece muchísimo, “El ataque de los clones” no termina de ser tan oscura como la historia requiere. En la película vemos el inicio del declive de la República y el inicio de una guerra, vemos como fracasa la diplomacia y como eso pone en peligro la democracia en la galaxia. Hay ciertos momentos de la película que son muy maduros y oscuros, mayormente protagonizados por Anakin, dónde ya empezamos a ver como se va germinando en el personaje ese lado oscuro que se irá haciendo muy patente. Pero mayormente, en su conjunto, a la película le falta reflejar la dureza de la historia que muestra, y eso hace que el resultado final termine por no ser del todo satisfactorio.


Pero aun así, hay que reconocerle a esta propuesta de Lucas una precursión política que ya mostraba “La amenaza fantasma”. En “El ataque de los clones” el contexto político resulta más determinante e influyente en la historia y en las vidas de los personajes. Los protagonistas se ven condicionados por un desmoronamiento de lo que hasta en ese momento era un sistema políticamente estable, pero ha dejado de serlo por el cuestionamiento a su pilar básico: la democracia.

Eso lo refleja muy bien el personaje de Anakin, cuando, en una de sus escapadas románticas de pícnic con Padme, le confiesa su desconfianza con el sistema parlamentario que rige la República, creyendo que un método mejor sería que los representantes políticos no fueran tanto representantes del pueblo sino sus tutores, un consejo de sabios que decida qué es lo mejor para el pueblo y que éste lo acate en vez de que sea el pueblo el que decida qué es lo mejor para sí mismo y que sea el gobierno el que lo acate. En otras palabras, Anakin propone el despotismo ilustrado, todo por el pueblo pero sin el pueblo, un gobierno paternalista en vez de servicial. El protagonista cree que funcionaría mejor una dictadura que una democracia, al fin y al cabo la democracia no les liberó a él ni a su madre, la democracia no impidió que su madre fuera secuestrada y torturada hasta la muerte, la democracia no le ayuda a solventar las preocupaciones que le atormentan, la democracia no consigue impedir las guerras.

En “El ataque de los clones” la democracia se ve cuestionada no sólo en su supuesta eficacia sino incluso en su propia existencia, pues el Senado Galáctico no acepta la secesión de varios sistemas que no quieren seguir formando parte de la república. ¿Cómo va a funcionar la democracia en la República si la pertenencia a dicha federación no parece ser opcional, libre y voluntaria? ¿Acaso no es antidemocrática una República cuya pertenencia a ella es obligatoria, forzosa e impositiva? La democracia implica que la unión de pueblos y naciones ha de ser libre y voluntaria. No es democrático un territorio que fuerza y obliga a otro a pertenecer a él contra su voluntad. En la película de Lucas la escisión es recibida con escándalo e indignación por parte del gobierno de la República, no conciben que no formar parte de ella pueda ser una opción válida y legítima a la que se tenga derecho, es recibido como un ataque. En vez de aceptar la voluntad de los sistema separatistas sobre ellos mismos, y negociar la separación, el Senado Galáctico aprueba una intervención militar, y para llevarlo a cabo le transfiere poderes especiales al Canciller Palpatine. El régimen parlamentario que rige en la galaxia se vanagloria de su democracia, pero renuncia a ella para tratar de mantener unida la federación. La democracia termina fallando en la República porque no se acepta todos los derechos y libertades que conlleva la democracia, entre ellos la autodeterminación.

En “El ataque de los clones” Lucas, probablemente sin pretenderlo de manera intencionada, dota de una connotación malvada y traicionera a una legítima y respetable pretensión política. Hace de aspiraciones como la independencia o la separación política objetivos contrarios a la democracia, cuando lo contrario a la democracia es el anexionismo. Si se considera un derecho la libertad individual (divorcio), también debe considerarse un derecho la libertad colectiva (independencia), y si individualmente el secuestro es antidemocrático, colectivamente también debe serlo. Independientemente de sus aciertos y errores técnicos y artísticos, “El ataque de los clones” ofrece una interesante y, para el público juvenil, didáctica extrapolación a modo de space-opera de las situaciones que ocurren o pueden ocurrir en las uniones políticas de estados, pueblos y naciones.
Lo mejor: La música de John Williams

Lo peor: Un chroma key que daña la vista.

Mi calificación es: